A pesar de las advertencias de La Habana sobre la presencia de disidentes en las celebraciones de las embajadas europeas en Cuba, la legación francesa ha invitado a una veintena de opositores y familiares de presos políticos a la recepción por el aniversario 214 de la toma de la Bastilla, que celebrará esta tarde.

Este será el primer acto de un país miembro de la Unión Europea (UE) en La Habana, desde que el 5 de junio los Quince anunciaran una serie de sanciones diplomáticas contra el gobierno de Fidel Castro, que incluían la limitación de los contactos de alto nivel y el acercamiento a la disidencia interna.

El presidente de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez Santacruz, confirmó el sábado que él y otros líderes disidentes fueron invitados a la recepción en la embajada francesa.

El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, había advertido que si Francia decidía invitar a disidentes al aniversario de la toma de la Bastilla, las relaciones con la UE se enfriarían aún más.

Roque ha tenido reuniones con empresarios europeos y con representantes de ONG extranjeras que trabajan en Cuba, para explicar el rechazo del gobierno a las medidas de la UE y avisar de las consecuencias de las posibles invitaciones, informó la pasada semana el diario español El País.

En esos encuentros, el canciller dijo que los diplomáticos que inviten a sus recepciones a los "mercenarios", no serán convocados a actos oficiales y verán limitadas sus gestiones en la Isla: deberán realizar cualquier trámite por correo y no tendrán acceso a altos funcionarios y ministerios cubanos más que para diligencias muy concretas y técnicas. Además, ningún funcionario cubano pisará una misión diplomática europea.

Las primeras acciones de boicot parecen haber sido contra las representaciones diplomáticas del Reino Unido, Holanda e Italia, que invitaron a disidentes a recepciones incluso antes de que la UE dictara sus sanciones diplomáticas.

Según El País, los embajadores de esos países, además del español, no fueron invitados a una visita a la fábrica de ron de Santa Cruz del Norte y a los pozos de petróleo del este de La Habana, organizada por la cancillería. Por otra parte, varios intelectuales, artistas y científicos cubanos cancelaron a última hora su asistencia a comidas y cenas en algunas de esas sedes diplomáticas.

Para el día de la fiesta nacional francesa, el gobierno cubano ha anunciado dos actos oficiales paralelos a la celebración de la embajada, informó la AFP. El Centro de Prensa Internacional (dependencia de la cancillería cubana) avisó a los corresponsales extranjeros de un acto en la plaza Víctor Hugo, en el barrio del Vedado, previsto para las 10:00, hora local. Por la noche se realizará un concierto en el teatro Amadeo Roldán en "homenaje al pueblo francés en ocasión del 14 de julio", dijo el mensaje.

La acción del gobierno repite la del pasado 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos. Entonces, La Habana organizó un concierto conmemorativo con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.

En la noche del día 3, el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason, había ofrecido una recepción a la cual asistieron numerosos opositores cubanos y la alta jerarquía de la Iglesia católica; pero no estuvo presente ningún funcionario cubano, ni personalidad alguna de la cultura.