Los familiares de los siete presos políticos que iniciaron hace 27 días una huelga de hambre en la Prisión Provincial de Holguín, expresaron hoy preocupación por la situación de sus allegados, de quienes no tienen noticias desde hace un mes.
"No sabemos cómo se encuentran de salud, no se les ha permitido hacer llamadas telefónicas desde la cárcel y nos niegan un contacto directo con ellos", dijo a la AFP Joana Fernández, hija de Adolfo Fernández Saínz, uno de los participantes en la protesta.
Los siete disidentes iniciaron una huelga de hambre el 18 de octubre pasado para denunciar los malos tratos y por las "condiciones infrahumanas" de su reclusión.
Además de Fernández Saínz (condenado a 15 años), tomaron parte en la huelga Ángel Moya Acosta (sentenciado a 20 años), Iván Hernández Carrillo (25), Antonio Díaz Sánchez (20), Mario Enrique Mayo (20), Alfredo Domínguez (14) y Arnaldo Ramos Lauzurique (18).
Un grupo de esposas y madres de estos presos políticos se trasladó a Holguín la semana pasada, donde fue recibido el viernes por el director del penal tras permanecer 24 horas en espera fuera del centro penitenciario. La autoridad carcelaria les aseguró que los disidentes habían terminado con la huelga ese mismo día y les prometió que ,"si no se producía ninguna indisciplina", el martes 11 de noviembre serían autorizados a comunicarse telefónicamente con sus familias.
"Eso no sucedió. Hay una intención de parte de ellos (los responsables de la prisión) de prolongar esta situación de silencio que nos tiene a todas muy preocupadas", afirmó Fernández.
Los siete prisioneros de conciencia forman parte de los 75 disidentes de todo el país que tribunales del gobierno cubano condenaron en abril a penas de hasta 28 años de cárcel.
"Por informaciones recibidas por otros medios sabemos que a tres de ellos los habrían trasladado a otras prisiones", pero "los mantienen incomunicados y no conocemos su estado de salud ni si continúan con la huelga de hambre", explicó Fernández.
Moya Acosta habría sido enviado a una prisión en la provincia de Santiago de Cuba; Mario Enrique Mayo se encontraría en una cárcel de la provincia Granma, y Antonio Díaz Sánchez habría sido reubicado en otra penitenciaría de Holguín, detalló.
A fines de octubre, los familiares de estos disidentes remitieron una carta a Fidel Castro, para informarle sobre la huelga de hambre y responsabilizaron al gobierno por el deterioro de su salud. |