Madres y esposas de algunos de los 75 disidentes encarcelados hace un año realizaron el viernes una marcha pacífica por céntricas calles de La Habana y pidieron al gobierno cubano una amnistía para los presos políticos, informó Reuters.

Quince madres y esposas piden la libertad de los presos políticos.

Vestidas de blanco, y varias de ellas con la foto de sus familiares en las camisetas, 15 mujeres caminaron en silencio por la Quinta Avenida, en el barrio de Miramar, donde se ubican embajadas y empresas extranjeras.

Las mujeres visitaron la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular y entregaron allí una carta dirigida a su presidente, Ricardo Alarcón.

"Nos dirigimos a esa Asamblea que usted preside a fin de pedirle (...) que otorgue una amnistía en favor de los presos políticos cubanos", dice la carta.

"Una medida que conduzca a la excarcelación de esos seres queridos nuestros sería muy bien acogida por nuestro pueblo y la comunidad internacional y permitiría tanto el desbloqueo de la situación crítica que está padeciendo nuestra patria, como el mejoramiento de las relaciones internacionales de la República", añade.

Antes de ir a la Asamblea Nacional, las madres y esposas entregaron otra carta en la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios. El destinatario era el general Rafael Calderín, director general de esa institución.

Esa misiva denuncia que los presos políticos "están sometidos a temperaturas inadecuadas y plagas de insectos y ratas, carecen de agua corriente y la que reciben no es potable, los alimentos son insuficientes y muchas veces están en mal estado, y la atención médica es mínima".

Las madres y esposas exigen que los "prisioneros de conciencia del Grupo de los 75" sean reubicados en sus provincias de origen, colocados en un mismo destacamento y no junto a los presos comunes. Además, que se autorice el envío de medicinas y se elimine el límite de entrega de alimentos.