El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, negó el miércoles que los 75 disidentes condenados en abril de 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel sean maltratados en las prisiones, y presentó testimonios de sus familiares, filmados por reporteros de la televisión oficialista de la Isla.
"Existe una campaña contra Cuba. Se denuncian atrocidades contra esos prisioneros y sus condiciones de reclusión. Eso es información manipulada, tendenciosa y mentirosa", dijo Pérez Roque durante una conferencia de prensa en la sede de la cancillería, en La Habana, y agregó que el gobierno "cumple con las normas mínimas de la ONU sobre el trato a los reclusos", informó la AFP.
El funcionario negó que los 75 presos estuvieran incomunicados en celdas tapiadas, hayan recibido golpizas, carezcan de atención médica y sufran condiciones higiénicas inhumanas. "Es falso que han tenido un trato degradante", afirmó.
Para apoyar su declaración, Pérez Roque presentó un video de 19 minutos con fragmentos de entrevistas a siete familiares de los presos, quienes afirman que sus allegados han recibido buen trato médico en la cárcel.
La semana pasada reporteros oficialistas visitaron a varias esposas de disidentes encarcelados de la capital y ciudades del interior de la Isla para grabarles testimonios. Activistas de la oposición y el exilio alertaron entonces sobre la posibilidad de que el gobierno utilizara el material recogido para mejorar su imagen ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que actualmente sesiona en Ginebra.
Algunas de las entrevistadas denunciaron el jueves que sus palabras fueron manipuladas.
En su aparición ante la prensa, Pérez Roque estuvo acompañado por médicos que atienden a dos de los presos políticos con problemas de salud, los economistas Oscar Espinosa Chepe y Martha Beatriz Roque, condenados a 20 años de prisión.
El doctor Félix Báez Sarría, que atiende a Espinosa Chepe en el hospital militar Carlos J. Finlay, dijo que el disidente sufre desde 1983 una granulomatosis hepática crónica, que engrandece el hígado, pero no padece de cirrosis hepática, como se ha informado en el extranjero.
"No tiene cirrosis hepática. El hígado funciona correctamente y es un paciente que ha aumentado de peso y goza de un buen estado de salud general", dijo el médico, informó Reuters.
Báez Sarría agregó que el economista necesita hacerse una laparoscopía con biopsia para descartar el riesgo de cáncer del hígado, pero el disidente se niega a someterse a esta prueba.
La periodista independiente Miriam Leyva, esposa de Espinosa Chepe, dijo que el disidente, que se encuentra en una celda en el hospital militar, no confía en los médicos cubanos suficientemente como para someterse a prueba.
Según relató la disidente con anterioridad, desde comienzos de marzo "mejoró el trato, la comida" y a su esposo se le permite tomar el sol "casi todos los días". "Tiene mejor aspecto y ha engordado", dijo Leyva.
La periodista agregó que los médicos de la cárcel "no reconocen que (Espinosa Chepe) tiene cirrosis hepática, pues no le han hecho la laparoscopía con biopsia. No aceptan el diagnostico médico de la operación realizada en el 2000 a Oscar", dijo. |