La doctora Anette Álvarez Pérez, que atiende a Martha Beatriz Roque en el mismo hospital militar en el que está internado Espinosa Chepe, dijo que la disidente sufre de hipertensión arterial desde hace cinco años, pero no padece cardiopatía isquémica.

Álvarez Pérez informó que la disidente tiene una displasia mamaria que no puede derivar en cáncer, y está siendo tratada con vitamina E.

Además, su diabetes está controlada, y comparte una habitación con baño con otra paciente.

En el video presentado por Pérez Roque, Teresa, hermana de Marcelo López Bañobre, condenado a 15 años, dijo que el disidente "ha sido tratado con mucho respeto".

Por su parte, Gisela Delgado, directora del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba y esposa del dirigente opositor Héctor Palacios, condenado a 25 años, dijo que "la atención médica fue buena" cuando lo operaron de cálculos en la vesícula, si bien el hospital en Pinar del Río estaba "tomado por la policía, por tropas especiales".

En declaraciones a la Reuters por teléfono, el jueves, Delgado denunció que la entrevista, de una hora y media, fue "manipulada" para extraer sus comentarios positivos.

"Quieren quitarse la responsabilidad que tienen de haber internado en condiciones inhumanas a 75 personas que disienten del gobierno", dijo.

"Ahora que en el mundo les están acusando de inhumanos, ellos quieren exonerarse de sanciones", agregó.

Algunos familiares de disidentes se negaron a ofrecer sus testimonios cuando los reporteros de la televisión oficialista los visitaron.

"Los boté de mi casa, porque lo consideré una ofensa a mi hogar (...) son personas sin escrúpulos ni ética profesional", dijo la semana pasada Blanca Reyes, esposa del poeta y periodista preso Raúl Rivero, condenado a 20 años.

En declaraciones a El Nuevo Herald, Reyes calificó de "actitud infame" la visita de los periodistas, que trataron de obtener testimonios de ella y de la madre de Rivero, Hortensia Castañeda.

Antes de la exposición de Pérez Roque a la prensa, Delgado había manifestado sus temores sobre el material recogido por los reporteros. "No me quedan dudas de que van a manipular y a censurar mis opiniones, pero yo dije todo lo que sentía", afirmó. "Ojalá existiera libertad para que se nos permitiera un debate en vivo por la televisión".

Según El Nuevo Herald, desde mediados de febrero algunos prisioneros de conciencia fueron sometidos a exámenes médicos y se les incrementó la frecuencia de visitas, la comunicación telefónica, y el volumen de alimentos, medicinas y artículos de aseo personal permitidos en prisión.

Informes de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) cifran en más de 300 el número de presos políticos de la Isla. La organización asegura que desde finales de los ochenta La Habana no autoriza que las cárceles cubanas sean visitadas por representantes de instituciones internacionales.

Los 75 disidentes condenados en abril de 2003 fueron enviados a prisiones alejadas de sus hogares. Algunos de ellos han protagonizado huelgas de hambre y otras acciones de protesta para denunciar condiciones de encarcelamiento que califican de "infrahumanas", aislamiento, falta de atención médica y ubicación en celdas con presos comunes, entre otras represalias.

El gobierno cubano no admite que existan presos políticos en la Isla.