Autoridades médicas penitenciarias de la Isla aseguraron que el programa nacional cubano contra el VIH-Sida abarca las prisiones, donde los reos infectados reciben atención médica gratuita, incluyendo medicamentos retrovirales, informó la AFP.
El lunes se inició en La Habana el primer Congreso Cubano de Medicina Penitenciaria. El evento ha sido convocado en momentos en que se multiplican las denuncias de los portavoces de la disidencia sobre las condiciones en que viven los presos políticos en las cárceles de la Isla, y cuando los funcionarios gubernamentales llevan a cabo una intensa campaña internacional para evitar una condena en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que actualmente sesiona en Ginebra.
Un póster instalado a la entrada del Palacio de las Convenciones, sede del Congreso, informaba que, al ingresar al penal, cada reo es sometido a exámenes para descartar el sida. A los seis meses se realizan nuevas pruebas, que se repiten cuando el preso cumple su condena.
Según el póster, también se le realizan test periódicos a los detenidos que padecen tuberculosis, a los que acuden (cada cinco meses) al pabellón conyugal y a quienes presentan otras enfermedades de transmisión sexual.
Los reos seropositivos son recluidos en un pabellón aislado, con tratamiento para enfermedad que incluye la aplicación de retrovirales y cuando cumple su sentencia, se lleva consigo una historia clínica actualizada, afirman las autoridades médicas penitenciarias de la Isla.
"Con verdadera satisfacción podemos asegurar que los reclusos y detenidos en Cuba reciben un trato adecuado y humano", dijo al inaugurar el Congreso el coronel Pablo Hernández, del Ministerio del Interior y se refirió a la "incidencia negativa" del embargo estadounidense, "cuyos efectos se hacen sentir también en la población penal".
La disidencia interna cubana y los familiares de los presos políticos han denunciado incesantemente en los últimos meses las malas condiciones de vida y alimentación y la deficiente atención médica que reciben los opositores condenados en la primavera de 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel. Algunos disidentes presos han protagonizado huelgas de hambre y otras protestas para llamar la atención sobre su situación.
La semana pasada miembros de la oposición informaron que durante el último mes las autoridades penitenciarias de la Isla han mejorado la alimentación, el trato y la atención médica a los presos.
Según el programa del Congreso Cubano de Medicina Penitenciaria, los delegados y la prensa acreditada podrán visitar el miércoles el Hospital Nacional de Reclusos y la Prisión de Mujeres de La Habana. Hace más de 10 años que la prensa extranjera no tiene acceso a las cárceles en Cuba. |