AFP/La Habana. El canciller Felipe Pérez Roque justificó dos movilizaciones organizadas por partidarios del gobierno contra disidentes, y defendió el derecho de los "revolucionarios" de responder en la calle a los opositores "que trabajan en la Isla al servicio de Estados Unidos", pero "dentro de una ética y unos límites".

"Si algún majadero provoca a sus vecinos debe saber que en algún momento perderán la paciencia y enfrentarán sus provocaciones", dijo Pérez Roque al responder una pregunta en una conferencia de prensa en La Habana, donde advirtió que "en Cuba las calles son de los revolucionarios".

"Hay que decir claramente que en Cuba las calles son de los revolucionarios, del pueblo, y comprendo la reacción popular contra los que intentan provocar", expresó el canciller al referirse a la manifestación del domingo en La Habana contra las Damas de Blanco.

Más de un centenar de mujeres enardecidas y coreando consignas a favor del gobierno cubano, se manifestaron el domingo contra una veintena de esposas de disidentes presos que realizaban una marcha, tras una misa en la cual oraron por la libertad de sus familiares encarcelados en marzo de 2003 y condenados hasta por 28 años, según constató la AFP.

Al grito de "Pin, pon, fuera, abajo la gusanera", las manifestantes surgieron de improviso de calles adyacentes a la parroquia de Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar, donde las Damas de Blanco acuden en forma habitual a efectuar sus plegarias los domingos.

No hubo enfrentamientos físicos ni lesionados en el incidente, según pudo comprobar un periodista de la AFP.

"En Cuba el pueblo tiene especial sensibilidad contra los que se prestan a sus (de Estados Unidos) patrañas y maniobras", contra los que saben que "sus acciones recibirán lógicamente una respuesta popular esperable", añadió Pérez Roque.

Recordó que en la Isla "existe un enfrentamiento vertical y honesto" a los que trabajan para el gobierno de Washington, pero "dentro de una ética y unos límites", porque el pueblo cubano "tiene una elevada cultura política", acotó.

Otro incidente similar, del cual Pérez Roque dijo no tener información, se registró el sábado en la barriada habanera de Santo Suárez contra el médico disidente Darci Ferrer (35 años), quien fue enfrentado duramente por simpatizantes del gobierno de Fidel Castro cuando organizaba un homenaje a presos políticos del Grupo de los 75.

Los "actos de repudio" fueron frecuentes en la Isla en décadas anteriores, sobre todo contra disidentes o personas que pretendían abandonar el país durante los éxodos masivos del Mariel en 1980.

Para ello partidarios del gobierno se organizaron en "brigadas de respuesta rápida", las que reaccionan ante lo que consideran "actos de provocación" de los opositores. Fuentes de la disidencia han calificado estas acciones de "paramilitares".

Por otra parte, Pérez Roque restó importancia a un motín carcelario sofocado el sábado en el Combinado del Este, el principal penal de la Isla, y dijo que se trató de un "incidente menor y aislado" que, en cambio, "recibió un enorme despliegue mediático".

La prensa cubana, bajo control estatal, no ha publicado detalle alguno sobre el suceso, por lo que las declaraciones de Pérez Roque constituyen la primera opinión oficial al respecto.

Según informes de familiares de los reclusos, poco más de un centenar de internos participó en los incidentes, con quemas de colchones, gritos y enfrentamientos con los guardias del penal.