Cartas
www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003 www.cubaencuentro.com

Preparando un trabajo sobre el Canal de Panamá, indirectamente relacionado con el viaje del "Oregón", en 1898. Por casualidad y curiosidad, me he encontrado con las cartas de Ramón Fernández Larrea. No me había reído tanto desde que oía religiosamente a Trespatines y su tremenda Corte, en Panamá. Formidable. Muchas gracias.

Francisco Fernández

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A razón del artículo Libertad de expresión, publicado por Manuel Díaz Martínez en Encuentro en la red.

Por esas raras coincidencias de la vida, el correo alemán trajo hasta mis manos, hace apenas unos días, el libro de Díaz Martínez Sólo un leve rasguño en la solapa y Encuentro en la red me regala su artículo Libertad de expresión, horas después de comenzar a hojear el libro. El uno es la razón del otro; así que está demás cualquier comparación al margen.

No conozco la realidad española como para dar una opinión como la suya, que vive allí. Pero hay algo que me impresiona y hasta cierto punto me decepciona. Creo que en momentos tan delicados como estos no podemos darnos el lujo de quedarnos con los brazos cruzados y dejar que USA y sus aliados hagan lo que les dé la gana, sin contar con los organismos internacionales. ¿Acaso quién los creó y para qué se crearon estas organizaciones? Ratifico sus sabias palabras en cuanto a la libertad de expresión, también estoy de acuerdo con usted en que Sadam es despótico y peligroso para la humanidad. Le doy la razón en que ir a Iraq hoy es un acto extremo, pero a la vez es una necesidad. También es una demostración de valentía y no de arrogancia, como lo hacen los Estados Unidos y sus aliados en mandar cada día más arsenal militar a la zona cuando no se sabe si de verdad Iraq viola la resolución 1441. El hecho de ir a Iraq hoy no significa que se busque democracia allí, estoy seguro que usted mismo lo sabe. Es quizás un acto de plena confusión, pero encierra la necesidad de que el mundo de hoy necesita de más coherencia, comprensión, y no precisa de guerras evitables y más aún si estas están enmascaradas. El mundo de hoy necesita de estos actos de valentía.

Le pregunto: ¿por qué no menciona las arrogancias norteamericanas en pretender, a toda costa, hacer una guerra? ¿Por qué no menciona las sutiles mentiras o verdades a medias de las autoridades norteamericanas en la pregunta clave de Iraq? ¿Por qué no se refiere a los verdaderos peligros de una guerra para la humanidad y para la región del Medio Oriente? ¿Por qué no hace mención de la manipulación de la información por cadenas norteamericanas y occidentales? ¿Por qué no es peligroso el despotismo de Bush y su administración? ¿Por qué no es hipócrita la administración norteamericana? ¿Por qué existe Sadam? ¿Qué hubiese pasado si en la guerra contra los iraníes los norteamericanos no hubiesen apoyado a Sadam? ¿Por qué cayeron los medios de difusión masiva occidentales cuando Hussein hizo uso de su arsenal químico contra los iraníes? ¿Por qué callar ante las pisoteadas a la democracia y por lo tanto a la libertad de expresión de Bush? ¿Por qué? ¿Por qué, Manuel?

Al final tengo la esperanza de que critica, como Sartre, a la izquierda, porque la derecha no le interesa. Mas su artículo me hace dudar. Por momentos dudo de su libertad de expresión.

Lester Cano Álvarez,
Colonia.

Referencias
Libertad de expresión (MANUEL DíAZ MARTíNEZ)
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Desde hace algunos meses he disfrutado de este "ciberterruño" a diario. Me enganchó el hecho de que las opiniones y puntos de vista de colaboradores y redactores fluctúan en diferentes gamas de colores. Conozco de muchos amigos acá en Ky que son asiduos visitantes de Encuentro en la red, así como amigos de mi hermana en Santiago de Chile y de mi otra hermana en Toronto, o sea, que el sitio se ha hecho bastante famoso entre los exiliados cubanos de varios países. Lo único que me gustaría tener es alguna especie de chat o foro donde se encuentren diferentes puntos de vista y se compartan opiniones de lo que ocurre en nuestras realidades, ya sea de la Isla o del exilio. Algo así tiene univision.com, pero es un circo aquello, creo que aquí podríamos hacer algo serio.

Saludos,
Ángel Tur, Lexington, Ky

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Soy un asiduo lector de Encuentro en la red. Sus artículos son muy objetivos y es la contrapartida no sólo política sino cultural de la prensa oficial del gobierno cubano. Los leí por primera vez en Cuba, cuando me colaba en Internet, y no he dejado de hacerlo desde que llegué a los Estados Unidos. Leí su comentario sobre la opinión de la mesa redonda en Cuba, no se preocupen... Fui de vacaciones a Cuba y nadie la ve, incluso hay un chiste de Pepito que le pregunta a Juanito cómo se dice mesa en inglés. Y Juanito le responde: "Table", y cómo se dice mesa redonda: "no sé", le responde Juanito, y dice Pepito: "Insopor Table". Bueno es la realidad.

Gracias,
Jorge Félix

Referencias
La Habana retoma sus ataques contra 'Encuentro'
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Desde Córdoba, un viajero de vuelta de la Isla se confiesa desconcertado ante las afirmaciones del articulista de Sexo barato. El asunto ese del puterío ni le corresponde en absoluto a Cuba, ni siquiera al tercer mundo. "¿No será que ese mundo sórdido de travestis, lesbianas, niñas explotadas —se pregunta el viajero—, es el que éste desearía ver para culpar al demonio de las barbas de nuestra propia mierda, o para beneficiarse de él?". Lo del demonio de las barbas, pretende el indignado lector que no se tome literalmente, lo de "nuestra propia mierda" va por derecho. El articulista se ha inventado de cabo a rabo el asunto de la prostitución, o al menos la mayor parte. El indignado viajero me recuerda al oso Prudencio de la televisión cubana, que terminaba siempre con la misma grave exhortación: "¡Eso no se hace!". El señor Prudencio Salces intenta al menos ocultar los fuegos de que habla el artículo. Contra éste dirige su indignado chorro espumoso, mientras dice: "¡Yo no he visto tanto!".

Rolando Morelli,
Philadelphia

Referencias
Sexo barato (IVáN GARCíA)
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¿Recuerdan a Elián?

Mi hija, cuyo nombre es Larisa, perdió a su madre en un lamentable accidente automovilístico a fines de octubre. Desde entonces, familiares y amigos en Cuba comenzaron los trámites para que viajara a Sudáfrica, donde yo vivo. La embajada sudafricana le dio una visa de visitante con fecha 11/12/2002, para que pudiera reunirse conmigo lo antes posible.

Sin embargo, el gobierno cubano le negó la salida. Aun así continuaron las gestiones a distintos niveles, pues era lógico esperar que el lado humano predominara sobre la burocracia y las injustas regulaciones, y yo tenía la esperanza de que antes de las Navidades o, al menos, antes del fin de año, mi hija estaría conmigo. ¡Cuán iluso!

En la embajada cubana en Sudáfrica me explicaron que las personas que podían tomar esa decisión estaban de vacaciones por el fin de año. ¡Qué irónico! Mientras ellos disfrutaban junto a su familia, mi hija, una adolescente de 13 años, triste por la pérdida de su madre, tuvo que pasarse varios días en casa de diferentes amistades como forma de consuelo, pues volver a su casa aún le traía muchos recuerdos. No obstante, a pesar de lo injusto de la situación, decidí esperar pacientemente pues quería que todo se resolviera sin conflictos. Así se lo hice saber a la parte cubana una y otra vez, hasta que finalmente comprendí que estaba perdiendo mi tiempo.

Muy amablemente, en la embajada cubana me decían día tras día que estaban esperando respuesta de La Habana, pero la respuesta nunca llegó. ¿Acaso existe una justificación en este mundo para esa actitud del gobierno cubano? ¿Por qué los cubanos no pueden salir y entrar a su país libremente? ¿Hasta cuándo tendremos que sufrir tanta prepotencia?

Cuba, aquel bello país que cubanos y extranjeros aman, se ha convertido en una cárcel sin rejas. Por ello me dirijo a los medios de comunicación para llegar a la comunidad internacional y pedirles que se unan a mi lucha para liberar a mi hija.

Mi nombre es Fernando Martínez, soy cubano, y vivo en Cape Town (Ciudad del Cabo), Sudáfrica, desde hace 5 años, soy médico-bioquímico pero trabajo actualmente como ingeniero de software.

Para cualquier contacto: e-mail: fernmtnez@yahoo.com, Tel: +27 21 5597880.

Gracias por su ayuda.

Cordialmente,
Fernando Martínez

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Nací en México, soy hijo de cubanos, educado y formado en Cuba. Y con el dolor de mi alma, hace años salí de Cuba como tantos miles de cubanos, y como a la mayoría, me ha caracterizado que el tiempo de exilio hace crecer más la melancolía y el deseo de volver a las calles y las playas que nos vieron crecer; a estar cada día más cerca de Cuba. Encuentro en la Red es eso: encuentro entre cubanos de hoy, de ayer y de siempre, de todas partes; es el encuentro para compartir las vicisitudes de la patria; para estar al día en lo que pasa dentro y fuera de Cuba; para compartir la vitalidad de la cultura cubana; para disfrutar la jovialidad, el humor y el espíritu conversador que nos identifica; para reclamar, protestar y opinar lo que nos duele.

Juan Manuel González,
México

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Con relación al artículo Sexo barato, bueno es el favor que se le hace a Cuba pintando en Encuentro en la Red (digno para el buen entendimiento entre cubanos, y entre quienes nos gusta ese país) la suciedad que no existe. Claro que hay prostitución en La Habana: palpable a todos los efectos, lamentable como en cualquier país de los mal llamados del tercer mundo y en cualquier otro de Europa. Pero cuidado con disparar antes de que salte la liebre. Acabo de volver de allá, y me pregunto: ¿No será que ese mundo sórdido de travestis, lesbianas y niñas explotadas es el que se desearía ver para culpar al demonio de las barbas de nuestra propia mierda, o para beneficiarse de él? ¿No será que se quiere minar el terreno con la propia y pródiga basura del capitalismo más soez? Pienso que el estado de la prostitución en Cuba merece una atención más seria y consecuente que el de la propaganda frívola. Yo no he visto tanto.

Atentamente,
Prudencio Salces, Córdoba, España

Referencias
Sexo barato (IG)
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Unas pocas letras para felicitarlos por el trabajo que hacen en la divulgación de noticias relacionadas con Cuba. Vivo en este país ya hace algunos años y nunca he estado tan informado sobre lo qué pasa tanto en Cuba como en la comunidad cubana en Estados Unidos. Sigan trabajando como lo han hecho hasta ahora y de nuevo felicitaciones. Sin más.

José Cuervo, Tampa

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La desaparición de Mongo Santamaría es una pérdida tremenda, para mi también lo es. Descansa en la paz de una gran rumba donde quiera que estés.

Alina Brouwer

Referencias
Adiós a Mongo Santamaría, un grande de la música cubana (IVETTE LEYVA MARTíNEZ)
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