Cartas
www.cubaencuentro.com Miércoles, 28 de mayo de 2003 www.cubaencuentro.com

Vi a David Landau en el lanzamiento de su último libro en la Feria del Libro de Miami, luego estuve en Guadalajara, en medio de situaciones bien complicadas, y no puedo sentirme más que orgulloso de que una persona como él, con su cultura y conocimiento, haga suya nuestra causa por la libertad de Cuba. Siento que él, como americano, defiende a Cuba con la misma pasión que yo, como cubanoamericano, defiendo a Estados Unidos. Persona que domina perfectamente nuestra lengua, también se hace merecedor de nuestro corazón con el análisis tan objetivo y acertado sobre la realidad cubana. Muchas veces decimos que la situación de Cuba hay que vivirla para conocerla. El tiene el mérito de haber vivido nuestra experiencia para poder fundamentar todo lo que hoy constata. Deseo hacerle llegar mi más profunda gratitud por tan brillante artículo (El musgo que crece en sus traseros), agradecer su constante trabajo a favor de nuestra justa causa, y agradecer profundamente a Encuentro en la Red por ser ese vínculo con todos nuestros hermanos alrededor del mundo.

Deseándoles todo el éxito del mundo,

Pedro M. Fournier,
Miami

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Me pareció muy serio el empeño que evidentemente puso el señor Rojas en su afán de mantener una especie de "equilibrio de culpas" en las políticas exteriores de Washington y La Habana, y para el lector de "afuera" el resultado debe ser el que él esperaba. Pero, en mi modesta opinión, le faltó al escriba dedicar algún parrafillo al tema de cómo estas políticas afectan al pueblo de uno y otro país; y como quiera que viví 28 años en Cuba y los últimos cuatro en Kentucky (EE UU), una pequeña acotación me permito a manera de aporte y no crítica. En Cuba, hoy respiran doce millones de habitantes aires de inminente, cruenta y sangrienta guerra imperialista. En Kentucky, donde vivo, no creo que lleguen a doce los ciudadanos que sepan ubicar a Cuba debajo de la Florida.

Angelito

Referencias
Estados Unidos y Cuba: La ilegítima defensa (RAFAEL ROJAS)
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Fue un verdadero placer leer el artículo Decadencia y caída de Morito, artista de la tijera. El reportaje me remontó a ese momento en Cuba, cuando todos los negocios particulares se cerraron. Como el Morito, yo también recuerdo el día en que un funcionario del gobierno tocó a la puerta de mi casa en Cienfuegos y después de pedir un poco de agua para mitigar el calor, le comunicó a mi abuelo que tenía que cerrar el pequeño negocio de venta de especies y condimentos al por menor que el viejo tenía en el fondo de la casa. El drama individual que el artículo muestra, me clarifica una situación que viví, y que por mi poca edad, intuía, pero no racionalizaba. Muchas veces he pensado en ese evento y las consecuencias que tuvo para mi familia. Ahora esa parte de mi infancia es un poco más clara. Le doy gracias a Encuentro en la Red y a José H. Fernández por restaurarme esa memoria.

Arcadio Ruiz-Castellano

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Desde hace muchísimo tiempo no hemos leído un artículo con un análisis tan formidable de lo que somos, cómo nos ven y cómo nos vemos. Pero tiene que ser alguien de fuera de nuestra comunidad el que pasará el bisturí y nos ponga delante del espejo. Háganle llegar a David Landau una entusiasta y calurosa felicitación. El artículo (El musgo que crece en sus traseros) merece el honor de estar colgado en vuestra Web en lugar preferencial por semanas y semanas para que lo pudieran leer el mayor número de personas.

Saludos para todos,
Demetrio López

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En días pasados leía el artículo de Manuel Díaz Martínez (Fusilados, presos y rehenes) y pensaba que no era posible que la cobardía podía llevar a una persona a los extremos de aprobar algo a lo que realmente se opone; incluso me preguntaba cómo personas que se dicen cristianas —como es el caso de más de un firmante— no eran capaces siquiera de aducir razones de conciencia para no firmar un documento que los hunde para siempre en la ignominia. Después de haber leído la Carta Abierta a Manuel Díaz Martínez, he vuelto a pensar en el tema y mi conclusión es la misma, si alguno lo hizo por cobardía vendría bien recordarle la sentencia que determinó el castigo que recibió uno de los personajes de la novela El Maestro y Margarita: "la cobardía es el peor de los pecados".

Quiero hacerles conocer que desde hace poco más de un mes accedí a Encuentro en la Red, son ustedes para mi una cita diaria.

Un saludo desde Miami,
Carlos Hernández

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Busqué con ansia la noticia en El País dominical sobre la manifestación realizada en Madrid el sábado pasado. Hubiera querido estar allí. El titular, sin embargo, me decepcionó: "Un acto contra Castro acaba en un ataque furibundo al PSOE". Describen abucheos e increpaciones a los artistas que asistieron e incluso agresiones físicas a miembros de algunos partidos por la no asistencia de otros. Creo que, para una vez que casi todos están de acuerdo en la condena al régimen, no debería caerse en descalificaciones politiqueras contribuyendo a ensalzar a unos partidos y machacar a otros, ese no es nuestro tema. Y mucho menos desafiar a los artistas que se posicionaron en contra de la guerra de Irak porque esta vez no son tan activos, a pesar de haber firmado dos veces una carta pública por su desacuerdo con estas medidas. Si se pide democracia y libertad de expresión en Cuba, no creo que se deba cuestionar el posicionamiento de otros de esa manera. Creo que esa actitud descalifica a los cubanos, y nos hace perder fuerzas y apoyo a la hora de pedir democracia para Cuba, libertad de expresión y pensamiento. Me hubiera gustado leer en El País un titular parecido a este: "Un acto contra Castro reúne a miles de cubanos y españoles pidiendo democracia para Cuba".

Ana Díaz,
España

Referencias
Ejercicio de tolerancia (MICHEL SUáREZ)
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Soy cubano, radicado en Tenerife (España). Llegué a este bello país hace 1 año y dos meses, por la conocida, en aquel tiempo, vía Rusia. Aquí tengo una amiga cubana que hace alrededor de dos semanas me recomendó que visitara esta página para que conociera cómo se desarrollaba la vida de los cubanos fuera y dentro de nuestra bellísima y superqueridísima tierra. Tengo que decirles que desde que entré al diario me he quedado "enganchado". He podido saciar poco a poco la sed de información que traía, porque para nadie es un secreto que en esta parte de la materia los cubanos están huérfanos. Los felicito, de todo corazón, por su magnífico trabajo.

Un fuerte saludo,

Alfredo Valle
Tenerife

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Con extremo orgullo y obvia dificultad he logrado al fin acceder a esta soberana página. Vivo en el exilio desde hace diez años y en todo este tiempo, además de cargar dignamente sobre mi espalda el doloroso precio del destierro, he tenido también que soportar un sin número de comentarios "favorables" sobre la obra de la revolución cubana, algo que no tolero y que en ocasiones me ha llevado a tomar posiciones de extrema derecha. No es difícil imaginar con cuántas presiones y obstáculos tendrán que lidiar para estar aquí frente a millones de monitores, y esta hazaña, casi imposible en la Cuba secuestrada por Fidel Castro, les será sin dudas gratificada desde lo más profundo del corazón de millones de cubanos en el exilio y de quienes sin ningún tipo de pasiones quieran conocer la tormentosa y enajenada realidad de desesperanza de mi pueblo, en pleno siglo XXI. Mil gracias por estar aquí.

Adriana de Martínez,
Caracas

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Lo hice el domingo pasado: mandé un correo de agradecimiento después de leer las palabras inmensas e intensas del texto (En defensa de Raúl Rivero) de Eliseo Alberto al diario El País, porque me pareció extraordinario. Hoy quiero escribirles a ustedes para lo mismo: mi agradecimiento al autor por sus palabras, y a ustedes por publicarlas y permitir que a través de estas máquinas prodigiosas amigos que viven en otros lugares alcancen a saber de ellas. Como en Informe contra mí mismo, nos ha dejado sobrecogidos. Conocemos la realidad cubana, hemos vivido allí seis años. Somos personas de bien, de progreso, y con capacidad —todavía— para discernir. Sus palabras son la realidad que hemos vivido, escritas con un sentimiento y un dolor tremendos. Como dice Eliseo Alberto, hay que hacer algo para impedirlo.

Saludos,
Elisa-Luna

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Hubiera querido tener el talento literario de Eliseo Alberto Diego, para escribir algo similar (México DF: En defensa de Raúl Rivero). Conmueve hasta lo más profundo de las fibras de un cubano. Sé que utiliza la frase "Revolución popular, legendaria y poderosa" con fina ironía. No obstante, la repetición de este término me perturba, me incomoda. Porque la Revolución cubana existió hace ya mucho tiempo. Fue popular, legendaria y poderosa. Ya no es más. La contrarrevolución encabezada por el propio Fidel Castro la aniquiló. Y nos duele que así sea.

Ana J. Faya, Canadá

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