Según el libro El Camaján, recientemente publicado en la Isla, Elizardo Sánchez es un presunto agente de la seguridad cubana. Los autores del mencionado libro aseguran que el conocido disidente se llama Juana y que no estaba loca.
Elizardo Sánchez, junto a otros disidentes, goza de nuestro respeto por constituir un reto al totalitarismo castrista y mantener una postura de firme defensa de los derechos humanos, tan flagrantemente violados por el régimen de La Habana.
Él es pues, hasta que se demuestre lo contrario, nuestro amigo. Los verdaderos agentes de la seguridad castrista sí se llaman Juana y, además, están completa y definitivamente locos.
Saludos, Jesús |