Como anillo al dedo ha venido la expulsión del diputado español Jorge Moragas y las dos diputadas holandesas que le acompañaban, para que el actual gobierno español constate de primera mano el carácter antidemocrático, represivo y fascistoide del régimen de La Habana. Espero que en lo adelante tengan un poco más de dignidad y asuman una posición más radical frente a Fidel Castro, con quien no hay ni habrá posibilidad de entendimiento alguno.
Felipe,
Miami
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