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De nuevo el desgobierno cubano, esta vez usando la patética voz del más inepto de sus cancilleres, califica una iniciativa de la oposición como "no genuina", "provocación" y amenaza con una "respuesta adecuada". Comenzando a la inversa, sabemos perfectamente a cuál respuesta se refiere, pues es la única que se ha dado a cualquier inquietud política durante 46 años y a esa respuesta ya fueron cruelmente sometidos los que hoy consecuentemente vuelven a plantear la pregunta. Con respecto al término "provocación", pienso que los organizadores del evento deben apropiárselo con orgullo, puesto que se ha demostrado que los caminos para dialogar, como últimamente se refuerza entre todos los cubanos democráticos, está bien lejos de materializarse, porque el potencial interlocutor sólo atina a berrear que todo intento es "financiado por Estados Unidos" como solitario asidero para justificar su feroz represión. Todo financiamiento que pueda colectar la oposición es válido. Tanto como lo fue para el poder actual el proveniente del Partido Auténtico, la oligarquía criolla y más tarde de la Unión Soviética, y hoy de China y Venezuela. Castro puso especial cuidado en destruir toda posibilidad de financiamiento y medios de lucha internos en su contra, pues sabe muy bien de cuáles se valió en su momento. Y de los que se ha valido siempre para mantener en el poder la forma más económicamente ineficaz de dictadura absolutista de la era moderna.
Rodolfo Monteblanco,
Canadá
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Para darle más la razón a Enrisco sobre la epidemia de apolitismo que está inundando al mundo actual, hasta los políticos de EE UU son ahora apolíticos… miren esta cita de El Miami Herald al respecto de la visita a Cuba de la señora Kathleen Blanco, gobernadora de Luisiana: "Hablamos de una gran variedad de temas que son de interés común a nosotros dos", indicó en el aeropuerto la gobernadora, quien aseguró que ningún asunto político se había tratado en la cita.
Yero,
Toronto
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Encuentro en la Red trae mucha frescura a la discusión política cubana, pero hay que ser crítico de los últimos tiempos. Se nota que las opiniones menos parcializadas están desapareciendo. ¿Dónde están Pérez-Stable, Armengol, Cuesta o López-Levy, que ponen a pensar creativamente? El artículo de Juan Antonio Blanco sobre el diálogo es un oasis de análisis inteligente al lado del de Carlos Montaner, que no dice nada nuevo. Ninguno de los países en que se cayó el comunismo tenía embargo ni prohibición de viajar. Finalmente, los chistes de Enrisco son buenísimos, pero creo que Raúl Ávila da en el clavo cuando reconoce el valor de Eduardo del Llano. Lo primero que hay que hacer ante Monte Rouge es quitarse el sombrero.
Sabino Utkarsh
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Difiero con el lector Raúl Ávila en que la crítica de Enrisco no tiene en cuenta la situación en la que el director de Monte Rouge vive. Son muchos los artistas y creadores que han producido una obra crítica dentro de Cuba sin verse en la "obligación" de tener que justificar y "defender" su obra de la manera en que el compañero Del Llano lo hace en la entrevista ofrecida a la poco célebre némesis de Cubaencuentro, La Jiribilla. Quienes hemos podido seguir la obra del mismo Enrique del Risco desde su época de estudiante en la Universidad de La Habana, quienes recordamos textos como Plegaria a San Zumbado, y su rol dentro del grupo Nos-y-Otros, y quienes periódicamente nos tomamos el trabajo de fan de buscar su sitio personal en la Internet para leer sus últimos textos, no tenemos el recuerdo de haberle escuchado alguna vez decir que para él el socialismo y los órganos de la Seguridad del Estado son "cosa sagrada", como lo ha hecho Del Llano. Una cosa es evitar la bota que te puede pisar y otra cosa es lamerla.
Hugo,
Toronto
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El compatriota Raúl Ávila se acaba de enterar que es fácil escribir y criticar desde Nueva Jersey, pero yo le añadiría que también es fácil escribir y criticar desde Nueva York, California, Texas… en fin, cualquier ciudad de Estados Unidos, gracias a eso señor Ávila se pudo enterar desde Ottawa del escrito de Enrisco. Lo malo es que si Enrisco hubiera intentado escribir este artículo en Cuba, si hipotéticamente hablando todavía estuviera en Cuba, nunca lo hubiera leído porque no iba a ser publicado ni en el papel sanitario local y nunca lo hubiera podido catalogar de "Valiente" con mayúscula intencional. Pero qué digo!? Parece que en Ottawa también es fácil escribir y criticar, de ahí su queja señor Ávila.
Y. Martínez,
Texas
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Gracias al autor de Yo soy un hombre apolítico (de donde crecen raquíticos) por ayudarnos a los cubanos de acá, a reír y reflexionar sobre la tragedia que sufrimos desde hace 46 años. Lo único que deseo criticarte es la falta de ortografía con que escribes el cargo militar del dictador, es imperdonable que no sepas que desde hace mucho se escribe Coma-Andante.
Francisco,
La Habana |
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Enrisco: Qué fácil es escribir así y criticar con esa fuerza… desde Nueva Jersey. Ponte en los zapatos del director de Monte Rouge (por supuesto, viviendo en Cuba), ¿qué habrías dicho tú acerca del Valiente (la mayúscula es intencional) documental?
Raúl Ávila,
Ottawa
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Lo que Fidel le está haciendo a la doctora Hilda Molina de no dejarla salir del país para conocer a sus nietos y estar con su hijo y su nuera, es un botón de muestra más de cómo este siniestro personaje se siente dueño y señor de todos los cubanos, aun de los que hemos logrado escapar del feudo personal en que ha convertido a nuestra pobre isla desde 1959.
Es muy importante que el mundo conozca esto para que reflexione y medite, sacando sus propias conclusiones.
Excelente el análisis de Carlos Alberto Montaner sobre el fracaso del comunismo, mis felicitaciones.
Baltasar Martín,
Miami
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Acabo de leer la segunda entrega del artículo El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo, y pienso que nos deja un balance muy positivo. Sobre todo porque es muy difícil explicar algo que todo el mundo sabe, aun apoyándose en sólidas y enjundiosas referencias. Difícil también porque cada lector será proclive a adjudicarle a este hecho evidente sus propias razones y experiencias… y los cubanos estamos saturados de ellas desde una praxis tanto personal como colectiva, sumada a factores cronológicos, puesto que en dependencia del tiempo pasado bajo esa caricatura de sistema político-económico, se podrán añadir más desatinos a la lista. Sin embargo, para nosotros todas las versiones convergen invariablemente hacia el hecho de que la verdadera razón de intentar aplicar tal engendro en Cuba se origina en el convencimiento gradual de un gangster devenido en caudillo de que ese era el único camino para lograr y mantener el poder absoluto. Sin restar un ápice al válido análisis generalizador del señor Montaner, no hacen falta en nuestro caso Bohm-Bawerk ni von Mises para demostrarlo, porque sencillamente la versión isleña de Tirano Banderas no fue ni ha sido comunista, sino alquimista en la transformación de la mentira en un producto parcialmente real que al no serlo totalmente sólo acumula fracasos en su práctica. Todo análisis concienzudo del tema se reduce hoy a evaluar su discurso del 8 de marzo. ¿Hará falta una prueba más sólida que la clase magistral impartida por un anciano de 78 años a las mujeres cubanas sobre la necesidad de poner los frijoles en remojo desde el día anterior para mejorar la economía del país? ¿Qué pensaría Bohm-Bawerk de la venta de una olla arrocera por núcleo tras 46 años de proceso marxista-leninista?
Rodolfo Monteblanco,
Canadá
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Bravo por Enrisco. Como siempre poniendo el dedo en la llaga, y restregándolo para que duela. Siempre he oído y leído, en las entrevistas a cuanto humorista existe, que el humor es algo serio, que el humor es una muy buena forma de entretenimiento y denuncia al mismo tiempo, y ahora sale Del Llano diciendo que no creía que lo fueran a tomar en serio. ¡Basta ya de tanta doble moral!, si seguimos así aquello durará mil años.
Aunque entiendo a Del Llano, no debe tener deseos de participar en las Juegos Olímpicos que piensa organizar Enrisco.
Nada más espero, si algún día decide salir del país definitivamente, no cambie de opinión y se mantenga apolítico como hasta ahora, pero tendrá que aprender albañilería u otra cosa, porque del humor no creo pueda vivir de forma tan apolítica.
Muchas gracias al autor, por saber decir las cosas sin meterse en problemas…
José A. Fernández,
México
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