Cartas
www.cubaencuentro.com Lunes, 08 de agosto de 2005 www.cubaencuentro.com

Si Ángel Velázquez Fernández hubiese leído bien el artículo mío que comenta, no habría encontrado en él ningún motivo para acusarme, como gratuitamente hace, de ser indolente ante la muerte de "iraquíes, afganos, vietnamitas y cubanos víctimas de atentados" y de "diferenciar el valor de los muertos, por su color, nacionalidad y forma de pensar". Precisamente, en ese artículo censuro a dos portavoces del castrismo por hacer lo que me atribuye mi lector.

"¿Existen diferencias entre los atentados contra Nueva York, Madrid y Londres y los bombardeos a Irak durante la primera parte de la guerra, por parte de la coalición anglohispanonorteamericana?", me pregunta Velázquez Fernández en la carta que envió a este periódico digital. En primer lugar, la coalición que interviene en Irak está integrada por 32 naciones; en segundo lugar, las tropas españolas no participaron en los bombardeos; y en tercer lugar, sí existen diferencias, la primera de las cuales es que los bombardeos de la coalición fueron selectivos, orientados hacia centros estratégicos militares y gubernamentales —aunque no siempre, como desgraciadamente ocurre en las guerras, se consiguió evitar sufrimientos a la población civil—, mientras que los atentados terroristas de Nueva York, Madrid y Londres se realizaron, en horas punta, en edificios de oficinas, trenes interurbanos, vagones de metro y autobuses de línea, lo cual expresa la voluntad de los asesinos de provocar la mayor cantidad posible de víctimas inocentes (inocentes si no votaron a Bush, a Aznar o a Blair, según la doctrina Frabetti, o si no son de piel blanca y ojos azules, según el código Otero).

Satanismo es un breve artículo de periódico, no un tratado sobre el terrorismo y las guerras de nuestro tiempo. Es abusivo que Velázquez Fernández me acuse, en referencia a ese texto, de practicar el "silencio cómplice" en relación con los múltiples sucesos sobre los cuales pregunta y discurre. Si yo le exigiera a este lector lo que él me exige a mí, le preguntaría por qué, cuando en su carta se refiere a "30.000 iraquíes civiles muertos, también niños, ancianos y mujeres, por parte de la coalición", no se refiere asimismo a los dos centenares de fosas comunes, cada una con miles de iraquíes y kurdos asesinados, halladas hasta hoy y procedentes de la tiranía de Sadam, o a las armas de destrucción masiva usadas por Sadam contra los kurdos y los iraníes, o a la pavorosa cifra de niños, jóvenes, ancianos y mujeres masacrados en Irak, desde el fin de la guerra, por el sadanismo residual y los fanáticos racistas y religiosos en sus ataques a mercados, mezquitas, escuelas y hospitales para sabotear la normalización del país, o… etcétera.

Para mí, tan escalofriante y punible es la voladura del avión de Cubana en Barbados como el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, y tanto las atrocidades que se cometieron contra la población civil en la guerra de Vietnam como el atentado a las torres gemelas en Nueva York. Ningún crimen justifica otro. Esta es mi posición ante el terrorismo, expresada en mi artículo. Supongo que es también la de nuestro lector Velázquez Fernández. Si es así, ambos mereceremos la misericordia del Dios que él invoca.

Manuel Díaz Martínez,
Canarias

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Comienzo a sentir que soplan nuevos aires en nuestra revista, por cuanto hay diversidad de criterios y eso la enriquece y la coloca en un lugar privilegiado en la lucha que libramos los que queremos lo mejor para nuestra sufrida patria. Lo más inteligente es borrar nuestras diferencias conceptuales y buscar la unión de los cubanos dentro y fuera de la Isla, sin intervención extranjera, salvo la que se derive de la solidaridad mundial para nuestra lucha. Dolorosamente oigo hablar de exilio histórico, plantados, intransigentes, etc., pero que sólo basan sus llamadas luchas en la intervención norteamericana en la Isla. Cuando se hable de exilio histórico, pensemos en los tabaqueros de Tampa, en José Martí, en Francisco Vicente Aguilera, entre tantos otros que reunían centavo a centavo para liberar nuestra patria del colonialismo extranjero. Mientras hoy oímos hablar con toda tranquilidad como única solución la intervención y no la unidad entre los cubanos. Se impone una plataforma democrática que mantenga los servicios médicos y educacionales, que establezca una república libre y soberana dirigida por cubanos honestos. No queremos ni la corrupción y barbarie del batistato, ni la mentira, el engaño y la violencia del castrismo, sino una república que base sus principios en una constitución verdaderamente cubana y cuyo primer artículo sea la predica martiana: "El culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".

Daniel Israel Marcos,
Nueva Jersey

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Sobre el artículo Satanismo, ¿existen diferencias entre los atentados contra Nueva York, Madrid y Londres y los bombardeos a Irak durante la primera parte de la guerra, por parte de la coalición anglohispanonorteamericana?

Sí, 30.000 iraquíes civiles muertos, también niños, ancianos y mujeres, por parte de la coalición, en comparación con 3.500 víctimas también inocentes de los atentados, ciudadanos de países con ejércitos que ocupan por la fuerza Estados como Irak, Afganistán y parte de Cuba.

¿Existen diferencias entre los atentados contra Nueva York, Madrid y Londres y las víctimas de la guerra en Vietnam?

Si, 450.000 vietnamitas masacrados, con bombas, napalm, sus campos destruidos con armas químicas (prohibidas). Los muertos estaban en su país, no habían invadido Estados Unidos.

¿Existen diferencias entre los atentados contra Nueva York, Madrid y Londres y los actos de terrorismo contra Cuba?

No muchas. En ambos casos son perpetrados por cobardes sin importarles los civiles. En el caso de los atentados contra Cuba, lo terrible es que son ejecutados por cubanos contra cubanos, apoyados de forma encubierta antes, durante y después de la acción (Posada Carriles, Orlando Bosch) por un gobierno que dizque lucha contra el terrorismo; con el silencio cómplice de cubanos supuestamente ilustrados, con interpretaciones sui generis de nuestra historia.

¿Los iraquíes, afganos, vietnamitas y cubanos víctimas de los atentados no merecen ni un ápice de su indignación? ¿Hasta qué límite su puede llevar el odio político e ideológico, que diferencia el valor de los muertos, por su color, nacionalidad y forma de pensar?

Que Dios, en su infinita misericordia los perdone, porque las víctimas seguramente no podrán.

Ángel Velázquez Fernández

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No puedo evitar destacar la analogía que existe entre las acciones de las Brigadas de Respuesta Rápida y las acusaciones que el señor José H. Fernández lanza en su artículo El cuadro está cerrado. Cuando se refiere a "los del ala rancia del exilio" y lanza acusaciones sin tomarse el trabajo de corroborarlas, está haciendo con palabras, lo que los esbirros de la dictadura hacen con palos, empujones, pedradas y amenazas. Su artículo acusa al "ala rancia del exilio" de tratar de provocar una violenta guerra civil en Cuba que permita a EE UU (no creo que su referencia a "potencias pacificadoras" incluya a México, Haití o Jamaica) intervenir militarmente, que es precisamente lo que ha predicado El Supremo Comandante durante 46 años en el poder. Si substituye su referencia al "ala rancia del exilio" por "la Mafia de Miami", sus acusaciones parecerían haber salido de la boca del mismo Comandante.

Se despide dividiendo a los miembros de la oposición entre buenos y malos. Él se sitúa entre "los buenos" (la mayoría que piensa como él) y no se molesta en explicarnos cuál es la manera "inteligente", "amable" y "saludable" de sacar al Comandante del poder.

Manuel Sánchez,
Silver Spring

Referencias
El cuadro está cerrado
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Con relación al manifiesto escrito por los tres premios Nobel solicitando que Estados Unidos abandone Guantánamo, creo que poniendo las cosas en el orden en que merecen estar, dicho manifiesto debería decir: "Todos los Estados, comunidades y ante todo cada persona (...) con responsabilidad a nivel mundial comprometida con la verdad (...) deben pedir que el gobierno cubano abandone incondicionalmente sus prácticas represivas en contra de aquellos ciudadanos con opiniones políticas contrarias a la ideología del régimen, que se liberen todos los presos políticos y que se permita al pueblo cubano decidir su propio destino convocando a unas elecciones libres y democráticas". Así sería algo más genuino. Es descaradamente sabroso solidarizarse con el verdugo, mientras cortamos en casa un jugoso filete acompañado de una buena copa de vino.

Felipe,
Miami

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Tres premios Nobel reclaman a EE UU que retire su base militar de Guantánamo
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Durante mis estudios en Nueva York tuve el privilegio de asistir al último concierto de Celia Cruz en el Parque Central, y me identifico con el sentimiento de respeto y admiración por la reina de nuestra música expuesto por la autora de Cubanos sin Celia Cruz. Conocí la música de Celia cuando, picado por la curiosidad de lo prohibido, le pedí a un amigo que me prestara un cassette de ella. Negar que Cuba estuviera en esa voz era imposible.

La autora del artículo señala con acierto que Cuba no es sólo la Isla. Se daña a la cultura cubana cuando una gloria como Celia Cruz recibe un tratamiento político, se le veta de la radio, y no se reconocen sus excepcionales méritos. Se daña a Cuba cuando a una cubana, como pasó con Celia —no importa cuán celebre fuera— se le impide visitar a su madre convaleciente en su tierra, lo haga el gobierno de Fidel Castro o el de George W. Bush.

De igual forma, creo que las validas reflexiones sobre la multiplicidad y riqueza de nuestra cultura son incompletas. Tanto como el Estado cubano, un sector minoritario, pero suficientemente poderoso, de sus oponentes ha tratado de escoger por sus conciudadanos lo que pertenece a nuestra nación y lo que podemos oír, en una especie de "partido de vanguardia" al revés.

Se daña a Cuba también cuando se arremete contra los que quieren asistir a una presentación de Los Van Van en Miami, cuando las organizaciones de extrema derecha del exilio hacen cabildeo para negar las visas a los ganadores del Grammy Latino que viven en Cuba, o se le niega la visa para un concierto a Carlos Varela, que representa las ansias de cambio e independencia intelectual de una generación de cubanos de la cual soy parte. Se daña a Cuba cuando se nos impide a los que crecimos amando con las canciones de Pablo Milanés, escucharlo en vivo. Cuba no se reduce a la isla pero la isla es parte esencial de Cuba.

Arturo López-Levy

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Muy buenas las reflexiones del artículo La sed de lo perdido. Creo firmemente que si no hubiera ocurrido el infeliz golpe de Estado en 1952 que instauró la dictadura de Fulgencio Batista y luego la desgracia de la llegada al poder del tirano Fidel Castro en 1959, Cuba estaría inmensamente mejor de lo que está hoy día.

Si embargo, me parece más saludable impersonalizar la causa del problema cubano e identificar la aberración del comunismo como la raíz de todos los males que venimos sufriendo desde hace 46 años.

Como resultado de esa mala semilla, hoy vemos los pésimos frutos que exhibe el actual modelo cubano, a saber, un país depauperado económica, política, social y moralmente; más de 2 millones de cubanos en el exilio; más de11.000 muertos por la acción represiva de la dictadura; quizás otros 100.000 que yacen en el fondo del Estrecho de la Florida por buscar una vida en libertad. En resumen, una sociedad que ha involucionado a formas semifeudales y casi esclavistas de organización social, comandada por un grupúsculo mafioso que usurpa el poder desde 1959 con mucha astucia y habilidad opresora.

En efecto, de no haber ocurrido la pesadilla antes mencionada, Cuba fuera un país plenamente insertado en el sistema interamericano de relaciones económicas y políticas, y por extensión, en el orden mundial de naciones democráticas prósperas. Como la historia ajusta la balanza hacia el lado correcto, mantengo firme la esperanza de un futuro mejor para todos los cubanos.

Francisco,
La Habana

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Acabo de leer el artículo La sed de lo perdido y no puedo menos que agradecer la reflexión. Me llena de nostalgia y frustración. Y me deja un extraordinario "cansancio en el alma", para decirlo con el verso del bolero.

Gracias de todas formas. Como diría Nicolás Guillén: "Quimeras calcinadas".

Bernardo Marques-Ravelo

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El gobierno asegura haber estado preparado para el paso del huracán Dennis y tomado todas las medidas para el bienestar del pueblo, sin embargo, él mismo no lo cree así.

Al Instituto de Meteorología pronosticar el jueves el paso del huracán por las provincias de Cienfuegos, Matanzas, La Habana y Ciudad de la Habana, este mismo día, sobre las 6 de la tarde, el presidente cubano aseguró en una mesa redonda que el pueblo no tendría problemas en cuestiones de comestibles, combustible para cocinar y albergue para las personas que tuvieran las viviendas en mal estado.

Pero ese mismo día, muchas horas antes de que el huracán pasara cerca de la capital, ya en todos los municipios no llegaba a los hogares el gas de la calle, y no se le vendió a la población ningún combustible para cuando sucediera este fenómeno. Además de no suministrarle alimentos, agregado a las casi 100 horas sin electricidad, a pesar de la provincia no haber sido afectada en ningún aspecto. ÀSerá que somos considerados animales por el gobierno, o que no hay consideración alguna con nuestro pueblo? Somos tratados como animales, ya que fenómeno tras fenómeno sucede lo mismo en Cuba, sin que se nos dé explicación creíble y no se nos digan tantas mentiras, además de las falsas promesas, que consisten en reparar las viviendas de los damnificados o entregarles materiales. Por esta causa le rogamos a Dios que llegue la libertad lo antes posible.

Vladimir Turro Páez,
La Habana

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Hay algo que me gustaría que Lisandro Otero nos aclarara y es aquello de "los martirizados, los sufrientes e iracundos". Para empezar hay que señalar que los cuatro terroristas eran ciudadanos ingleses, nacidos y educados en Inglaterra, y de clase media y media alta, no unos oscuros ilegales infiltrados.

En cuanto a Blair, Otero obvia deliberadamente que al primer ministro británico no sólo no le duelen "los cubanos que sucumbieron en Barbados", como tampoco le duelen los muertos provocados en el incidente del remolcador 13 de Marzo, los ocasionados por el derribo de las avionetas civiles e indefensas de Hermanos al Rescate, los cientos de cubanos que huyendo del paraíso han desparecido en el Estrecho de la Florida, más las víctimas de las bombas de M-26-7 en La Habana de los cincuenta. ¡No faltaba más mister Blair!

A Lisandro Otero no le vendría mal un poco de Fitina.

Manuel Bu Domínguez,
Viena

Referencias
Lisandro Otero: 'Los atentados de Londres son la expresión de la justa cólera de los martirizados'
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