Opino que el señor Armengol ha puesto el dedo sobre la llaga; realista y con los pies bien puestos en la tierra. El cubano de a pie no entiende de Derechos Humanos, no sabe qué es libertad de expresión y similares postulados que se manejan de cara al extranjero por los grupos disidentes; al cubano de a pie, el pueblo de Cuba, háblenle de falta de comida, de falta de agua, de condiciones deplorables de vivienda, de toallas, colchones, de ropa interior, de insalubridad, de pobreza extrema…
Yo me quito el sombrero ante el coraje y el valor de los grupos disidentes para enfrentar en suelo cubano la ira del dictador, pero estaría bien tuvieran en cuenta de alguna forma estos criterios que pudieran convertirse en la estrategia efectiva a seguir para extirpar de Cuba ese cáncer llamado Fidel Castro. Su discurso el 26 de julio es el anuncio de lo que les espera a estos valientes hombres y mujeres, a los que todos debemos apoyar en la medida de nuestras posibilidades.
Pedro Pérez Arteaga,
La Habana
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