Me gusta leer Encuentro en la Red por la variedad de comentarios y en muchos casos la búsqueda de soluciones al problema cubano. Desgraciadamente, hay muchos que tienen la máquina del tiempo antes de 1959 y no se ubican en las características del cubano actual, que posee un nivel cultural y académico muy superior a esa época y por ello sólo podemos convencerlo sobre la base de la verdad, y esta, sin dudas, es que nuestra patria está sometida a una dictadura que dura 53 años.

Desde 1952, en que Batista y su camarilla interrumpió el rumbo democrático y sumió a la Isla en un ambiente de corrupción, prostitución, crímenes y torturas, y en el cual la clase humilde no tenía mayores oportunidades que un sexto grado, hospitales insalubres donde los había, analfabetismo, etcétera, y que dio lugar al alzamiento popular que acabó con una dictadura y que desgraciadamente condujo a otra aún peor. Porque tan sinvergüenza y asesino de las libertades es un dictador de derecha como de izquierda.

No es un secreto que los descendientes de Batista y su camarilla tienen poder en el exilio y he ahí la gran respuesta de que las soluciones que buscan son cada día más torpes. Limitación de contactos entre los cubanos de adentro y afuera, separación de las familias cubanas porque son la extensión del castrismo en el exterior, limitación de la democracia y de la libertad de expresión en el exilio.

Mientras no pensemos como cubanos, no basemos la liberación de nuestra patria a nuestros esfuerzos, no nos unamos y tengamos una sola línea de acción, los esfuerzos serán baldíos. No lloremos como plañideras ante el gobierno norteamericano de turno ni ante gobiernos extranjeros lo que no hemos tenido pantalones para lograr nosotros mismos.

Dios nos dará el apoyo y la inteligencia necesaria el día que el odio, la rabia y el espíritu de revancha dejen de ser nuestra línea de conducta y nos empinemos sobre nosotros mismos para edificar la verdadera patria que ya agoniza de tanta espera.

Daniel Israel Marcos,
Nueva Jersey