Por estos días los soneros del mundo están celebrando el aniversario 25 del conjunto Son 14, toda una institución en el espectro de la música latina en el último cuarto del siglo XX y principios del XXI.

Adalberto Álvarez, años 80.

Cuando el compositor, pianista y arreglista Adalberto Álvarez fundó el grupo el 11 de noviembre de 1978, el son cubano no gozaba de sus mejores días. Las tendencias musicales foráneas en los medios de comunicación de la Isla y otras causas extramusicales, habían limitado el desarrollo del género, si tenemos en cuenta las vertiginosas transformaciones experimentadas en el siglo XX: inclusión de trompetas, contrabajo, tumbadoras, piano y hasta de recursos electrónicos de la más reciente etapa.

Pero llegaba Son 14...

La noche del sábado 11 de noviembre de 1978, en Santa Úrsula —populoso barrio santiaguero—, el "un, dos, tres" de Adalberto hizo arrancar a Son 14 con destino a la popularidad. Y es que Cuba necesitaba un conjunto que oxigenara el travieso y persistente son: el más universal de sus géneros.

Ninguno de los asiduos bailadores asistentes sabía, a ciencia cierta, quién era aquel guajiro de inseparable sombrero y de voz peculiar, que se dio a conocer bajo el seudónimo de Tiburón Morales. Lo cierto es que Santiago vio más allá de una simple actuación-debut.

Era el resultado de una conversación entre Rodulfo Vaillant y Adalberto Álvarez, en el bar del Hotel Colón, en Camagüey. Vaillant —conocido compositor de música popular (La escoba barrendera, Se muere de sed la tía, etc.)— había convencido a Adalberto para organizar un conjunto en Santiago de Cuba. Y el tiempo le dio la razón.

"Adalberto quería irse a La Habana para tocar güiro con el conjunto Rumbavana, —confiesa Rodulfo—. Lo convencí para que viniera a Santiago e hiciera un grupo aquí. Una vez en esta ciudad, hubo que buscar mucho apoyo para sostener el proyecto, y entre la gente que ayudó estaba Tony Orúe".

Eduardo Tiburón Morales, desde entonces voz líder del conjunto, provenía del grupo Avance Juvenil, que dirigía Adalberto en Camagüey. "Ya me había decidido por la música, y el béisbol quedaba atrás. También quedaban en mi memoria los tiempos con el grupo de mi tío Ramón Benítez y las ollas y sartenes que tocaba en las fiestas de la familia, en el pueblo de Guayabal. Ya me decían "Tiburón", eso viene de lejos, de estar siempre cantando a la orilla del mar, cuando todavía era un vejigo".