Acerca de la acogida que tuvo este primer trabajo con Los Cubanos Postizos, Ribot recuerda: "Cuando tocamos para cubanos que no conocían la música de Arsenio, a algunos no les gustó; pero la mayoría lo encontraron divertido, y a veces incluso bailaron. ÁQué más se puede pedir!". Conviene matizar al respecto que las reinvenciones de Ribot poseen, no obstante, un peculiar toque de cubanía (hay que ser indulgentes y perdonarle el español tex-mex cuando canta La vida es un sueño). Aparte de los instrumentos electrónicos, en las grabaciones se utilizaron claves, chekerés y tumbadoras. Asimismo uno de los músicos, Robert J. Rodríguez, formó parte de Miami Sound Machine, agrupación con la cual inició su andadura la cantante cubanoamericana Gloria Estefan. Quienes escuchen el disco, comprobarán que lejos de ser algo postizo, esto es, fingido o sobrepuesto, el proyecto de Ribot es un acercamiento a nuestra música hecho con una buena dosis de inventiva, talento y riesgo.

Pese a tener muy poco que ver con los trabajos en los cuales se sustentaba su prestigio, Marc Ribot y los Cubanos Postizos fue muy bien recibido en Estados Unidos. Los críticos de la revista Rolling Stone lo votaron como uno de los ‡lbumes esenciales del año. El compacto recibió además elogios efusivos en otras publicaciones. Para el New York Times, "la guitarra de Marc Ribot nunca ha sonado tan arrebatadoramente impresionante". El Baltimore Sun señaló que "el disco es tan refrescante como un trago de ron en un mediodía caluroso". Guitar World escribió que "la interpretación de Ribot es fluida, inteligente y particularmente emotiva". Y New York Today apuntó que los músicos "suenan como si estuviesen ondeando una bandera, en la que declararan el ser postizo como algo glorioso y auténtico. Y realmente lo es".

En aquel primer disco, Ribot prefirió recrear un repertorio ajeno y se limitó a componer un solo tema. Es algo que se extiende a otros discos suyos, y acerca de lo cual ha comentado: "Me parece más original la interpretación que lo que llaman autoría. Puedes ser el autor legal de algo que no es nada creativo, y en cambio, hacer una interpretación totalmente original. Los músicos de jazz improvisaban sobre canciones pop de la época. Esas eran sus auténticas creaciones". Sin embargo, en ¡Muy divertido! (Very Entertaining!) (Atlantic Recording, Nueva York, 2000), su segundo trabajo con Los Cubanos Postizos, figura con tres composiciones: Las Lomas de New Jersey, El gaucho rojo, Baile baile baile, tantas como las de Arsenio Rodríguez que aparecen. No es la única novedad. Hay ahora mucha más participación de los cantantes, para lo cual se contó con dos artistas invitados: Frankie Vásquez y Eszter Balint, esta última también conocida como actriz (es una de las protagonistas de Stranger than Paradise, de Jim Jarmusch). Otra incorporación es la del tecladista Anthony Coleman, quien precisamente dio a conocer a Ribot la música de Arsenio Rodríguez.

En ¡Muy divertido! hallamos a Marc Ribot y su tropa mucho más seguros y dueños de una expresión musical propia. Se nota una integración más compacta de nuestros ritmos con los elementos del rock y el jazz. A partir de ese sonido tan tradicional y, a la vez, tan moderno, Ribot se permite hacer una muy libre versión del Dame un chachito pa' huelé de Rodríguez, y logra con Las Lomas de New Jersey un elegante son bilingüe. Creo que sólo por ese tema, los más puristas tendrían que darle el aprobado como compositor "cubano". No hace falta que diga que como guitarrista, vuelve a lucirse, y hace que nada más que por disfrutarle la audición del disco ya merezca la pena.

Cinco años después de la salida de ¡Muy divertido!, Marc Ribot sigue negado a que Los Cubanos Postizos regresen al estudio de grabación. Según él, esos dos discos no captan fielmente la energía que ellos generan. Algo de verdad debe de haber en ello, pues al comentar su reciente actuación en Madrid el crítico Diego A. Manrique señaló, desde las páginas del diario El País, que Ribot tocó "con una ferocidad bastante superior a la que manifiesta en los dos amables discos del grupo: de su guitarra brotaban punzadas hirientes, explosiones de alambre espinoso, rugidos metálicos".

Los Cubanos Postizos no están preparando, pues, material nuevo. No han dejado, eso sí, de presentarse ante el público. Con aire risueño, Marc Ribot comentó que "la vida póstuma del grupo es mucho mejor que la anterior. Así que sí, seguimos existiendo, seguimos tocando, pero nos hemos convertido en nuestra propia versión del Buena Vista Social Club. Ya sabes, gente que toca canciones que conocen de toda la vida". Ribot ha declarado, no obstante, que poseen grabaciones de actuaciones en vivo muy potentes, y que están pensando editarlas y recogerlas en un disco compacto. Sea ese u otro el material que decidan dar a conocer, quienes nos contamos entre los admiradores de Los Cubanos Postizos le pedimos: Tócala otra vez, Marc.