Rechazamos el caos y tememos el cambio, como si no viviéramos día tras día entre el caos y los cambios, en transformación permanente. Tememos que el cambio acabe con nosotros y de pronto todo cambia, pero seguimos adelante. Si la lógica no basta para entender el caos preferimos ignorarlo, o pensamos que podemos arreglarlo: no funciona, pero tranquiliza.
Quien tenga cincuenta años ve natural la televisión. Así como los niños actuales ven natural la computadora, verían en las cuevas de Altamira las lanzas, en Adén la navegación a vela, o en China los cohetes. ¿Cuántos mortales han podido entender de verdad "la cosa en sí" de Kant, e=mc2, o por qué la Bolsa de Valores bajó y no subió?
Para interrogantes como estas, la mayoría de las veces el paradigma queda corto o es un disparate: aunque aplaudan. De la misma manera que los antiguos se "explicaban" epidemias, terremotos o muerte, nos "explicamos" inteligencia artificial, universo en expansión o comportamiento del mercado, y tenemos teorías, propuestas y soluciones, con el único inconveniente de que muchas veces no funcionan.
¿Tenemos respuestas?
Quien piense que Benemelis es nihilista, se equivoca. Tampoco es pesimista. Si no creyera que podemos asumir ese casi destino, no hubiera escrito Paradigmas… Conoce y reconoce lo logrado, pero considera que puede hacerse mejor.
Benemelis, magistral como siempre, dice lapidariamente que las generaciones luchan y mueren por ideas que diez años después no le interesan a nadie. Cinismo, dirán algunos, pero es una realidad que nos golpea las narices desde siempre y no hemos aprendido a asimilar por hipocresía o dogmatismo.
Estas y muchas otras sobrecogedoras interrogantes las presenta en Paradigmas… abrumadoramente, una tras otra, cargado de evidencia y documentos, como siempre. Y nos dice, sin adornos, que no tenemos respuesta y no podemos tenerla si no somos capaces de desembarazarnos de ese lastre reduccionista-lógico-racional-silogístico con que construimos paradigmas y vivimos los últimos cinco mil años, por lo menos.
Benemelis, por supuesto, no tiene respuestas: ningún pensador serio tiene la arrogancia de ofrecer respuestas para todo, ni siquiera para muchas cosas. Hubo quien pensó que bastaba leer en la Biblioteca de Londres para entender el capitalismo, el mercado, la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, todo de una sola vez… Otros, que nacieron iluminados para incendiar Roma, destruir Cartago, aniquilar judíos o crear nuevas sociedades y hombres nuevos. Cada vez que los hombres han querido jugar a ser Dios han provocado desgracias y miserias, sangre y destrucción, muerte y desamparo.
Benemelis finaliza diciendo que "la teoría del caos será el instrumento metodológico esencial de las ciencias para este nuevo siglo XXI". Que me perdone el maestro, pero en esta frase se ha quedado corto. Lo que nos presenta en Paradigmas… va mucho más allá de limitarse a un siglo. Los verdaderos pensadores, que trascienden, no dicen lo que debe hacerse, sino qué preguntas debemos responder para dejar de vivir en y de la historia, y pensar y actuar sobre lo que tenemos por delante y debemos resolver si realmente queremos transformar nuestro futuro. O si preferimos seguir como hasta ahora.
Quien considera que lo único importante es la farándula, lo que "el muchacho" le dijo al "malo" en la telenovela, el fútbol, el béisbol o la música de moda, no lea este libro. Si considera que el poder, la moda, el dinero, el arte o la comida son tan importantes que ya no quiere pensar demasiado, disfrute tranquilo su goma de mascar sin preocuparse. O si le interesa leer, pero por el trabajo y los problemas sólo puede hacerlo en el ómnibus, mientras almuerza en el trabajo o conversa con su esposo al desayuno, guarde el libro para más adelante. No se preocupe, no va a ser obsoleto en los próximos diez años.
Sin embargo, si a usted le interesa reflexionar sobre nosotros mismos, utilizar argumentos creativos, racionales, ontológicos, científicos, experiencias personales, vivencias y emociones para analizar el mundo/tiempo en que vivimos y visualizar otras opciones sin amarrarse a la "lógica"; si le gusta dedicar no pocas horas a leer, aprender y meditar, y le interesa una profunda reflexión, si de verdad necesita disfrutar un libro con mayúsculas, entonces no siga leyendo esto que escribo y váyase a buscar urgentemente Paradigmas y Fronteras. Al caos con la lógica.
Y podrá darse cuenta de lo que se ha perdido hasta ahora. |
