La Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla acogerá hasta el próximo 15 de septiembre una exposición homenaje al cantante cubano Antonio Machín, cuyos restos descansan en esta ciudad española, informó el diario sevillano Estrella Digital.

La muestra, titulada Machín. Sevilla con el centenario de su nacimiento 1904-2004, recoge imágenes del artista, objetos personales y la proyección de un documental sobre su vida.

Machín vivió siete años en la capital andaluza, de 1943 a 1950, y allí conoció a la que fuera su esposa.

Según expresó este martes durante la inauguración de la muestra el comisario de la exposición, José Santo Toribio, entre los objetos se cuentan las maracas que usaba Machín, principalmente de la etapa que vivió en Sevilla, una colección de discos "incunable" y distintas fotografías. Entre ellas una imagen del momento en que participó en la lidia de un novillo en la Plaza de la Maestranza u otra instantánea junto a su esposa, la sevillana Ángeles Rodríguez, vestida de mantilla.

Figuran además otros objetos, como el pasaporte del cantante, las invitaciones de su boda, que se celebró en la Iglesia de San Luis de Sevilla, o el testimonio de los actos cofrades a los que asistió.

El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, destacó que el cubano se convirtió en "un sevillano más" y que se hizo cofrade de la Hermandad de Los Negritos.

Antonio Machín nació en la localidad de Sagua la Grande (Santa Clara, Cuba) el 19 de enero de 1904. Aprendió de su madre, a los cuatro años, la primera canción. Diez años después se produjo su primera aparición pública, en el Casino Nacional, probablemente el mejor cabaret de la época.

Desde entonces sus canciones se dispersaron por América Latina y Estados Unidos. En los años treinta se trasladó a Londres y luego a París, donde lo sorprendió la Segunda Guerra Mundial. Y a finales de 1939 llegó a España.

El autor de temas como El manisero, Angelitos negros, Dos gardenias, Perfidia, Mira que eres linda, Madrecita, Envidia, Las palomas del Pilar murió en Madrid en 1977, a los 74 años.

Por deseo expreso de Machín y de su esposa sus restos recibieron sepultura en el cementerio de Sevilla.