Retórica, propaganda y represión

¿Entonces qué ofrece La Habana para ser sede olímpica? Nada, sólo retórica hueca y el "derecho que tienen los países pobres y pequeños de organizar un evento cuatrienal", y exhibir además con orgullo sus triunfos deportivos. Pero eso sólo no cuenta.

Si echamos un vistazo, vemos que en más de cien años de celebraciones de juegos olímpicos en la era moderna, sólo Ciudad México, en 1968, país del Tercer Mundo, ha sido sede olímpica. De 1968 a la fecha, por cierto, el deporte ha crecido en actualización y ahora los profesionales participan en las olimpiadas.

Para los países de pocos recursos es un absurdo organizar unas olimpiadas, mientras sus pueblos tienen grandes carencias materiales. Pero al parecer nada detiene a Castro. El comandante único envió al general retirado José Ramón Fernández, al frente del Comité Olímpico Cubano (COC), hacia Atenas, a la XIV Asamblea General de Comités Olímpicos Nacionales, para expresar las razones que tiene la Isla de organizar una magna cita deportiva.

La Habana compite con Leipzig, París, Madrid, Nueva York, Río de Janeiro, Moscú, Londres y Estambul, como candidatas olímpicas. Este 18 de mayo, en Lausanne, Suiza, el Comité Olímpico Internacional (COI) dirá cuáles ciudades pasan a segunda ronda.

Otro problema grave que presenta la Isla y que los medios oficiales pretenden ignorar es la violación de los derechos humanos. En Cuba se puede ir a la cárcel 20 años o más por pertenecer a partidos de oposición —que el gobierno no permite— o por escribir artículos sin permiso del régimen. Por esa razón hay más de 300 presos políticos. Ahora mismo 75 disidentes y periodistas están en prisión y cumplieron un año de cárcel, el pasado 18 de marzo, por oponerse de manera pacífica al gobierno de Castro.

Esas limitantes y las prohibiciones de expresarse y viajar libremente a sus ciudadanos, hace de La Habana una ciudad poco probable de ser sede olímpica. El cubano medio no cree que Jacques Rogge ni el COI, organismo que dirige, optarán por La Habana. Pero sí están seguros que Castro se mantendrá en sus trece. Ya en 2000 La Habana planteó ser organizadora de unos juegos olímpicos. Nadie la tomó en serio. Pero Castro, en un discurso ante cientos de atletas, aseguró que no cejaría. "Si no es en el año 2008, será en el 12, en el 16 o en el 2020", sentenció el comandante. Bueno, soñar no cuesta nada, pero los juegos sí. En caso de embarcarse en ellos, Castro sería capaz de multiplicar por cien la ruina del país, con tal de salirse con las suyas.