Mesa juega en segunda y en los jardines. Fue líder jonronero con tres y en impulsadas con 12, en el recién concluido Campeonato Mundial Juvenil (categoría 17-18 años), jugado en China Taipei (Taiwán), y donde Cuba se llevó la corona. Es probable que Mesa debute este año con las novenas de Industriales o Metropolitanos, que representan a la capital, y donde ya los amantes del béisbol están atentos al desempeño de este magnífico bateador.
Otras joyas que deben escribir su nombre con letras góticas en nuestro pasatiempo nacional son el tercera base de Camagüey, Adalberto Ibarra, y el center field granmense Alfredo Despaigne, ambos de 18 años. También prometen, y mucho, jóvenes de entre 19 y 23 años como Alejandro Regueira, Jairon Larrinaga y Joan Limonta, de Ciudad de la Habana; los santiagueros Jeison Pacheco y Henry Abad, o los pinareños Reinier Hernández y José Luis Padrón.
Todos ellos son altos, fuertes y bateadores de poder y tacto, algo que no se da todos los días en el béisbol. Según Ángel Díaz, entrenador de béisbol, los salarios de vértigo de las Grandes Ligas, son el principal incentivo para que muchos prospectos de calidad trabajen arduamente en el gimnasio y se esfuercen en su preparación como antesala, antes de dar el salto hacia el Big Show. Además de vislumbrarse excelentes bateadores, también destaca un grupo amplio de pitchers, que mira de soslayo hacia las Ligas Mayores. Estos jóvenes del pitcheo conocen que es desde el box donde han brillado hasta ahora los peloteros cubanos. Están al día de lo que acontece en Grandes Ligas y siguen cada actuación de Liván o El Duque Hernández, Contreras o Dannys Báez.
Entre estas joyas del pitcheo cubano destaca sobremanera un zurdo no muy alto (1,78 metros), pero con un repertorio que asombra para sus 18 años. Se llama Ian Rendón, reside en La Lisa, Ciudad de la Habana, y tira, además de rectas de entre 90 y 94 millas, excelentes curvas, slider, sinker, naques boll, tenedor y otras. Rendón promedió para un fabuloso 0,71 en el Torneo Nacional Juvenil, y en 95 entradas ponchó a 108. Ya los industrialistas suspiran por él.
Otro capitalino que pinta para grande es Rigoberto Arrebato, zurdo, de más de 90 millas y rompimientos de nivel. Completa el cuarteto de jóvenes pitchers habaneros que podrían hacer historia el derecho Frank Montieh, de 19 años, que debutó la campaña pasada e integró el equipo olímpico cubano que obtuvo el oro en Atenas. Montieh tira 94 millas sostenidas y, según los entrenadores, a la vuelta de cuatro o cinco años —si no tiene lesiones en el brazo— pisará las 100 millas.
Hassan Pena, de 19 años, es otro de los prometedores desde el montículo, un diestro de rectas de entre 92 y 95 millas y excelentes bolas quebradas.
Fuera de Ciudad de la Habana destacan Yadier Pedroso y Kennie Rodríguez, de Provincia Habana; Elier Sánchez (Camagüey), Vladimir Baños (Pinar del Río) y Yasser Serrano y Alaín Sánchez (Villa Clara), todos con edades entre 16 y 19 años, y rectas de más de 93 millas. El denominador común de toda esta hornada de talentos es jugar en clásicos nacionales como primer escalón. Luego de demostrar su calidad, hacer las maletas a las primeras de cambio y ganar salarios de seis ceros en las Mayores.
A decir verdad, ese es el gran sueño de muchos. |
