AFP/ Nueva York. El cubano Alex Sánchez, quien fue sancionado por violar la política antidrogas de las Grandes Ligas de Béisbol, anunció este jueves que no apelará la suspensión de 10 partidos que le fue impuesta por haber dado positivo en un control de dopaje.

El pasado domingo, el jardinero de los Devils Rays de Tampa Bay se convirtió en el primer beisbolista identificado públicamente por dopaje desde que las Grandes Ligas aplicaran su nueva reglamentación al respecto.

Sánchez, de 28 años, dio positivo a los esteroides, aunque negó haber usado esa droga y anunció que apelaría la sanción.

El cubano, que escapó de la Isla hace poco más de una década, no es considerado uno de los mayores jonroneros de las Mayores, sobre los que recaen la mayor parte de las sospechas de haber usado esteroides que incrementan la masa muscular y aumentan el poder.

En 1.351 veces al bate, Sánchez ha conectado sólo cuatro cuadrangulares.

Sánchez comenzó el lunes su periodo de suspensión, cuando Tampa abrió la temporada con una serie de tres juegos ante los Azulejos de Toronto.

Como las reglas de Grandes Ligas establecen que los sancionados por dopaje no cobrarán salarios mientras dure la suspensión, Sánchez dejará de ganar 32.787 dólares de su salario de 600.000 dólares por esta temporada.

El cubano ha tenido un mes de marzo turbulento. Primero recibió la alegría, el día 10, de poder reunirse en Miami con su madre y su hermano menor, de los que estuvo separado por 11 años, desde que huyó de la Isla.

Apenas cinco días después del encuentro familiar fue despedido por los Tigres de Detroit, y el 19 de marzo firmó contrato con los Devils Rays.

"No voy a pelear la suspensión, pero sé que nunca he tomado ningún tipo de esteroides", dijo Sánchez, quien indicó que pudo haber consumido la droga enmascarada en los refrescos y vitaminas que ingiere para tener más energía.