AFP/ Helsinki. La cubana Osleydis Menéndez batió el récord del mundo este domingo, en la final de lanzamiento de jabalina del Mundial de Atletismo de Helsinki, con su primer intento, de 71,70 metros.
El anterior récord del mundo estaba en posesión de la propia atleta (71,54), desde el 1 de julio de 2001, y lo consiguió en Rethymnon (Grecia).
La plata fue para la alemana Christina Obergfoll (70,03), nuevo récord de Europa, y el bronce para la también germana Steffi Nerius (65,96).
Curiosamente, la atleta de Matanzas había instaurado este año la mejor marca de la temporada, con un lanzamiento de 68,47 metros, por lo que superó este registro en más de tres metros.
"Venía a ganar. No pensaba en el récord. Tenía un poco de tensión porque tengo un pequeño dolor en la pierna izquierda, en la tibia, pero pensaba vencer porque estos días me sentía bien, me entrené bien y me salió récord del mundo", dijo.
Igual que en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde hizo 70,53 metros en su primer intento, quedando a un centímetro de su anterior plusmarca mundial, Menéndez quiso solucionar la competencia desde el principio.
"Cada vez que salgo, siempre trato de darlo todo en el primer lanzamiento, ya que no puedo dejar todo para el final. Cuando vi la marca, pensé que ya se había acabado la competencia, pero luego reaccioné y dije que tenía que seguir lanzando. Me sentía muy contenta", señaló.
Menéndez, de 25 años, fue campeona mundial en Edmonton 2001 y olímpica en Atenas 2004. En la capital griega sacó una diferencia récord de 5,71 metros a la segunda clasificada, la alemana Nerius.
El de la cubana fue el tercer récord del mundo que se batió en la justa de Helsinki, todos en categoría femenina, tras los conseguidos por las rusas Olimpiada Ivanova en 20 kilómetros marcha (1h25:41) y Yelena Isinbayeva en salto con pértiga (5,01 metros).
Este récord del mundo le supone a la atleta cubana un premio de 160.000 dólares (100.000 por el récord y 60.000 por el título).
En una prueba de gran nivel, la segunda clasificada, la alemana Obergföll también batió el récord de Europa, con un lanzamiento de 70,03 metros, en el segundo intento, por lo que los dos primeros puestos estaban casi decididos desde el inicio de la prueba.
El anterior récord europeo (69,48 metros) estaba en poder de la noruega Trine Hattestad desde el 28 de julio de 2000, en Oslo.
Obergfoll, además, superó nada menos que en aproximadamente cinco metros y medio su anterior marca personal, de 64,59 metros.
"Estuvo impresionante porque tenía 64 metros y superó en más de seis su marca personal, pero le faltó algo para alcanzarme", dijo la cubana.
Con el título en el bolsillo, la cubana hizo un nulo en el segundo, renunciando al tercero y sexto, y logrando apenas 65,53 y 63,80 en los otros dos, con la relajación de saberse campeona del mundo.
Esta fue la segunda medalla de oro para Cuba en el Mundial, después del triunfo de Zulia Calatayud, en 800 metros. Los atletas de la Isla consiguieron además cuatro preseas de plata, y su tercer mejor resultado en la historia del evento, detrás de las ediciones de Atenas 97 y Edmonton 2001.
"La actuación ha sido fenomenal, ya que la de 2003 (una de oro y una de plata) fue muy mala. Yo participé y no estuve muy bien. Esto es fruto del trabajo", indicó Menéndez. |
