El extraordinario pelotero cubano Rafael Palmeiro firmó un contrato por un año con los Orioles de Baltimore, pero no es de dudar que permanezca en ese equipo hasta 2008. No es descabellado pensar eso debido a que el cubano posee una salud envidiable que le ha protegido a través de 17 temporadas, sobre todo por un aspecto muy especial: su vida deportiva ha girado alrededor de períodos de cinco años. Ni más ni menos.
Entre la Universidad y Ligas Menores se desempeñó por un quinquenio. Llegó a las Ligas Mayores y, después de una corta estancia de adaptación con los Cubs de Chicago, jugó por cinco temporadas con el Texas. Pasó a los Orioles por igual período. Regresó a los Rangers de 1999 a 2003, y ahora comienza lo que pudiera ser un ciclo similar.
Este cubano, nacido en el poblado habanero de Regla, y que el 24 de septiembre cumplirá 40 años de edad, es de esos peloteros que casi nunca se lesionan, lo cual le convierte en un modelo de durabilidad y constancia, y le permite jugar en la mayoría de los juegos programados con los equipos en que ha militado.
Palmeiro, primera base y bateador designado del Texas, se convirtió en agente libre al término de la temporada anterior, en la que despachó 38 jonrones e impulsó 112 carreras, cifras mejores que las obtenidas por la mayoría de los hombres que ocupan el quinto turno al bate en los 30 equipos de Grandes Ligas.
En Baltimore, es bien recordado y querido por haber disfrutado de campañas colosales entre 1993 y 1998. En ese tiempo disparó 166 garrotazos con 553 remolcadas y logró un average de 293. Sus resultados fueron superiores a los de todos sus compañeros de franquicia y mejores que los de casi todos los jugadores de la etapa mencionada. Sin olvidar que la huelga de los peloteros de 1994 le impidió superar sus números, pues sólo se desempeñó en 11 desafíos.
Si las estadísticas de Palmeiro fueron buenas en esa fase, de excelentes hay que catalogar los que mostró con los Rangers en la ronda siguiente, al empujar 608 carreras, compilar 283 de average y botar la bola por encima de las cercas en 38 ocasiones.
Entre esos batazos de cuatro esquinas estuvo su número 500, logrado el 12 de mayo de 2003, el cual lo inmortalizó como uno de los grandes de la estaca de todos los tiempos. Ya anda por el 528, por encima de los prodigiosos Ted Williams, Ernie Banks, Lou Gehrig, Mel Ott y Stan Musial, entre otros grandes del béisbol. Sus 1.687 carreras impulsadas le sitúan también sobre Banks, Cal Ripken Jr., Nap Lajoie, Mike Schmidt y George Brett, todos estrellas del Big Show.
En la contienda pasada, Palmeiro ganó 9 millones de dólares, lo que contrasta con el convenio que acaba de firmar por 4 millones. Sin embargo, el dinero no parece ser el motivo fundamental que impulsa al cubano a proseguir en los diamantes y rendir temporada tras temporada, ya que en su fructífera carrera ha ganado más de 80 millones de dólares, sin incluir los jugosos beneficios que ha recibido por anunciar ropa deportiva, alimentos o medicinas.
La entrada del mejor bateador cubano de todos los tiempos en la nómina de los Orioles, le proporciona la fuerza necesaria al conjunto que ahora dirigirá Lee Mazzili, debido a la llegada también del catcherJavy López y del torpedero Miguel Tejada, otros dos grandes cañoneros, quienes llevarán el peso de la ofensiva. |
