El hecho de que Cuba y Estados Unidos no se enfrenten en el próximo torneo beisbolero de la Olimpíada de Atenas-2004 es un fuerte golpe para los cubanos amantes de las bolas y los strikes, por la pasión que significan tales desafíos en medio de campeonatos con equipos de bajo nivel. En buena medida, los responsables de la ausencia norteamericana son los propios dirigentes del béisbol de ese país. Ellos enviaron a las eliminatorias preolímpicas de Panamá a un buen equipo, pero de Ligas Menores, que fue derrotado por la representación mexicana.

Pitcher Pedro Martínez: Una opción dominicana frente a EE UU.

Sin embargo, el siguiente tope Cuba-EE UU podría ser en marzo de 2005, en la Primera Copa Profesional de Béisbol. Durante años se ha especulado con un evento por naciones de la calidad de las World Series de las Mayores, un torneo similar a los Mundiales de Fútbol, inexistente hasta ahora en el mundo del béisbol. El mayor impedimento era el calendario de temporadas de las Grandes Ligas, que va desde abril hasta octubre.

Pero para alegría de los fanáticos, y ante la necesaria expansión del deporte a otros confines, como el baloncesto, los directivos de Grandes Ligas parece que han encontrado una solución: celebrar el torneo mundial en marzo, durante los entrenamientos de primavera de la Gran Carpa, cuando, si bien no en plena forma, sí podrían participar las principales figuras del mundo del béisbol.

Ante estos aires de apertura, la intransigencia de los dirigentes de la Isla contra el deporte rentado —entiéndase el béisbol solamente— quizás impida esa confrontación, que sería un suculento manjar para los fanáticos cubanos. El alto mando isleño acepta medirse a profesionales de altísimo nivel en voleibol, atletismo, ajedrez, ciclismo y otros deportes, pero les produce un escozor inexplicable chocar contra los jugadores profesionales de las Grandes Ligas, lo que deja claro el tufillo político que rige el deporte nacional.

¿Dream team cubano del exilio?

Por otra parte, los cubanos, saturados ya de las holgadas victorias ante novenas de poca monta —al último torneo mundial amateur en Cuba acudieron equipos de Rusia, China y Francia, por ejemplo—, recuerdan también la Copa de las Américas, efectuada en México en octubre de 2000. Allí la selección nacional arrolló a todos sus contrincantes, incluidos algunos conjuntos elaborados a última hora con profesionales de bajo nivel, en un ambiente matizado por raquíticas asistencias de unos 500 fanáticos por jornada, debido a que la atención de los aztecas estaba volcada en las series finales del Big Show, donde estaban algunos de sus mejores jugadores.

La solución, más clara que el agua, sería —INDER aparte— la de participar en la próxima Primera Copa Profesional de Béisbol.

Organizado por las Grandes Ligas y el Sindicato de Peloteros Norteamericanos, a este evento se le augura un éxito total, ya que será la ocasión de poder disfrutar los fuertes encuentros entre el equipo norteño y, por ejemplo, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Japón, por citar a cuatro de las restantes potencias del deporte de las bolas y los strikes.

Ases como Pedro Martínez y Bartolo Colón serían dos de los monticulistas dominicanos que podrían tirar ante la selección de EE UU, secundados por un trabuco excepcional que incluiría nombres de la talla de Sammy Sosa, Many Ramírez, Vladimir Guerrero, Albert Pujols, Miguel Tejada y Moisés Alou, entre otros de calidad, suficientes para quitarle el sueño a cualquier mentor norteamericano.

Venezuela, por su parte, con los pitchers Ramón Ortiz, Carlos Zambrano, Freddy García y Ugueth Urbina, protegidos por Bobby Abreu, Magglio Ordóñez, Omar Vizquel y Edgar Alfonso, sería otro de los colectivos de lujo, al igual que Puerto Rico, con Iván Rodríguez, Javier López, Juan González, José Vidro, Carlos Beltrán e infinidad de jugadores de la isla del encanto.

Si la Cuba oficial hace la vista gorda, quizás los organizadores den una oportunidad en el torneo a un equipo cubano en el exilio, o cubanoamericano, formado por atletas que militan en la Gran Carpa y en Triple A. Sería interesante ver en acción a un team donde aparezcan Rafael Palmeiro, Reynaldo Ordóñez, Luis González, Alex Sánchez, David Seguí, Alex González, Bobby Estalella y Raúl Ibáñez, y que tenga en el box a Liván Hernández, José Ariel Contreras, Danny Báez, Vladimir Núñez, Eddie Oropesa y Michel Tejera.

Esta última idea ya se ha manejado por algunos de los que tienen que ver con el certamen. Y una cosa es segura, de llevarse a cabo, tendría el respaldo y la admiración total de los fanáticos de la Isla.