www.cubaencuentro.com Martes, 29 de abril de 2003

 
  Parte 2/2
 
La Habana: El agente Miguel
por TANIA QUINTERO
 

El 4 de abril de 2003, en el juicio celebrado en el Tribunal Popular del municipio 10 de Octubre contra Raúl Rivero y su colega Ricardo González Alfonso, presidente de la Sociedad de Periodismo Manuel Márquez Sterling, otro "agente" fue presentado como testigo acusador: Néstor Baguer, un anciano que hasta ese bochornoso instante era considerado "el decano de la prensa independiente" por haber fundado, a inicios de los 90, la APIC (Asociación de Periodistas Independientes de Cuba).

Con su característica boina negra, y auxiliado por un bastón, Baguer, como Orrio, se pasaba el tiempo tratando de desacreditar a Rivero. Si Orrio fue ayudado a sentarse en el juicio (tiene limitación física en una pierna), el "testimonio" de Baguer fue dado mediante video, por sus deterioradas condiciones de salud o por temor a que el "agente Octavio" metiera la pata y hablara más de lo deseado.

El mismo día que detuvieron a Raúl Rivero, el jueves 20 de marzo, éste me contó que cuando Baguer se enteró del operativo de más de 10 horas en el domicilio de Ricardo González y su posterior detención, le había dicho: "Raúl, no te preocupes, después de todo Ricardo no es periodista". Poseedor de un ego enorme, Baguer consideraba que sólo él y Rivero eran periodistas de verdad.

La gota de agua que desató la actual represión fue un "taller" de Ética Periodística en la residencia del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason, diplomático que el 6 de marzo había sido fuertemente atacado y amenazado con la expulsión del país por Fidel Castro.

La fecha escogida no fue casual: viernes 14 de marzo, cuando la oficialidad celebra el Día de la Prensa Cubana. No había que ser un James Bond o haber leído a Frederich Forsythe para caer en la cuenta de que había "gato encerrado". En cualquier nación del continente una actividad de ese tipo es común y corriente, pero en Cuba es una muestra de dependencia y servilismo hacia los americanos, tenidos como "sufragadores de la contrarrevolución interna" y agentes de la CIA.

La reunión en la residencia de Cason fue el pretexto para, en cuatro días, del 18 al 21 de marzo, efectuar una razia contra una lista de opositores y periodistas independientes minuciosamente seleccionada por el DSE.

Ni Raúl Rivero ni Ricardo González asistieron al provocador "taller", al cual habían sido expresamente invitados.

Ahora, desde su casa en la barriada de Centro Habana —cercana, por cierto, al apartamento de Raúl Rivero— Manuel David Orrio navega apaciblemente por Internet, en una Pentium comprada a una profesora de la Alianza Francesa con dinero enviado por un "buen amigo" de Nueva York. Su nombre ya debe haber sido borrado de Cubanet y Carta de Cuba, pero tal vez siga saliendo en terra.com o en cualquier otra web donde solía colaborar. Puede que en lo adelante use seudónimo.

Sólo en el totalitarismo es delito poseer computadora, navegar por Internet y tener libre acceso a la información. A no ser, claro, que se sea agente de la Seguridad del Estado.

1. Inicio
2. El 4 de abril...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
México DF: Un sueño hipnotizado
GILBERTO CALDERóN ROMO
México DF: En defensa de Raúl Rivero
ELISEO ALBERTO
La Habana: Con el espíritu en salmuera
JOSé H. FERNáNDEZ
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir