www.cubaencuentro.com Viernes, 03 de septiembre de 2004

 
  Parte 1/2
 
Barcelona: Barrio de La Ribera
por MANUEL PEREIRA
 

Aunque el Barrio Gótico de Barcelona se da un aire a la Habana Vieja, en realidad el que más se le parece es el Barrio de La Ribera, donde viven muchos latinoamericanos, árabes, asiáticos y africanos. Desde un punto de vista étnico, es como un aleph,en el sentido borgiano del término. Tampoco faltan los turistas, porque el vecindario incluye lugares tan emblemáticos y concurridos como el Parque de la Ciudadela, el Museo Picasso, la Plaza del Borne, el Palau de la Música y la iglesia de Santa María del Mar.

La Ribera
La Ribera, Barcelona.

Alrededor de este templo discurren una serie de callejuelas cuyos nombres de sabor medieval conservan el eco de la vida gremial de antaño: calle de los plateros, de los sombrereros, de los espejeros… todo lo cual me recuerda otros nombres de calles habaneras de resonancia similar: calle de los Mercaderes, de los Oficios, del Baratillo…

Desde que llegué a Barcelona comprendí que este barrio era la Habana Vieja, pero sin solares. No los hay porque todas las habitaciones tienen baños y no predominan los grandes patios o corralas. Fuera de eso, las afinidades saltan a la vista: la estrechez de las calles, el empedrado, las farolas antiguas en las esquinas, las tendederas en los balcones, sin contar que oímos música de salseros casi por todas partes y que en los mostradores de algunas tiendas se ven plátanos machos, yucas, ñames, malangas…

La calle Carders, por ejemplo, parece sacada de algún rincón de República Dominicana. Allí están los dominicanos con sus grandes radios portátiles o la música a tope de sus automóviles parqueados con las puertas abiertas. En otras calles —como Fonollar— a ratos pareciera que estamos en un zoco de Fez: caligrafías árabes en las puertas de las mezquitas o de las carnicerías donde no venden cerdo y las carnes de los animales han pasado por un sacrificio ritual, que es lo que llaman comida halal, algo similar a la comida kasher de los judíos. En cualquiera de esos establecimientos comerciales suele ocurrir que al entrar encontremos al tendero postrado en una estera, orando en dirección a la Meca.

Este es —junto con el Chino— el barrio barcelonés donde los alquileres son más baratos, así que no es de extrañar que congregue a tantos emigrantes. Un barrio pobre, igual que La Habana intramural, sólo que aquí la pobreza conserva un toque de dignidad.

Aquí no hay que hacer cola con cubos para coger agua cuando viene la pipa. De hecho, nunca viene ninguna pipa. Puede que las tuberías estén viejas y la presión del líquido sea débil en los pisos más altos, pero nunca falta el agua. Aquí no hay apagones. Y si los hay, duran minutos.

En La Ribera se ven algunas casas de fachadas deterioradas, pero no se producen derrumbes constantes ni se multiplican los puntales por doquier. Todo está mucho mejor conservado. Y no es una conservación con fines turísticos, ni museográficos, sino que surge espontáneamente del hecho de que los inmuebles tienen propietarios. Eso significa que hay que pagar alquiler, pero también significa que están mejor cuidados. Porque —como dice el refrán—: "el ojo del amo engorda el caballo".

1. Inicio
2. En el Barrio...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Proa a la libertad
RAFAEL DEL PINO
Santa Cruz de Tenerife: Nota para Terence
SANTIAGO MéNDEZ ALPíZAR
Barcelona: Nueve vueltas a las ceibas
MANUEL PEREIRA
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir