www.cubaencuentro.com Lunes, 18 de octubre de 2004

 
   
 
Santa Cruz de Tenerife: Nota para Terence
por SANTIAGO MéNDEZ ALPíZAR
 

Para Terence Píard Somohano:

¿Y ahora a dónde has llegado? Es la pregunta más simple y recurrente. Me dijeron que un golpe de mar te sacudió y que te inflaste los pulmones de agua salada.

Por supuesto no lo creí. Yo sigo igual de paranoico.

Pero eso es lo de menos. Aunque te confieso que mis miedos crecen como la enredadera, y no acabo de asumir que esté escribiendo mientras te untan de no sé qué coño para que llegues dignamente cadáver a La Habana.

A esa Habana que contabas de repaso y con los ojos agotados. Con los ojos de quien ha aprehendido su ciudad y no le basta. Luego ya fue verdad. O por lo menos cierto. Por último he leído en un periódico el titular: "Cubano de 31 años pierde la vida cuando se bañaba en una playa de los Realejos". ¡Vaya ironía! Tú, que no nadabas ni en la bañera. Tú, que guardabas la escualidez total de la hidrofobia.

Has igualado a Eric. Tu homenaje a la amistad ha sido tan real como la muerte misma. O como la vida, que ya se sabe implica todo esto.

Fuera bueno saber si conservas la memoria. Fuera bueno saber si recuerdas nuestras últimas palabras. Aquellas carcajadas: "tú estás loco compadre… tú estás loco". Y no es del todo falso. Siendo como soy un poeta banal y perturbado.

Pero ¿y tú? ¿A dónde carajo has llegado y por qué de esta manera? Tanta prisa desconcierta. Tanto mar…

II

La prima vez que nos vimos fue en Madrid. Esperabas a un amigo y yo curraba. No hablamos más que nuestros nombres y un gran porro. Lo suficiente. El comienzo de una gran amistad. Vaya chiste.

Ahora escribo sin saber si al final sirve para nada. Acaso con la estúpida intención de quien no sabe.

Ahora escribo mientras mi hija me hala por un brazo: su hora de jugar es tan inevitable como tu ausencia.

Cosas de la vida amigo Terence. Cosas de la vida.

"Ahora es la hora de seguir. O la hora de morirse comiendo cualquier estupidez. Como en una Isla".

"Aunque en una Isla la muerte no sea extrañeza pues es perenne su anunciación.

Su presencia. La inevitable subida de la marea".

Esto te di a leer una vez. Tú a mi lado. Era yo el enervado. Yo la pesadumbre. Tú el camino.

Quién demonios explica entonces esta mierda. Este modo de jugar a lo imposible.

Valgan razones para alumbrar la despedida.

Referencias
Muere ahogado en Canarias joven cineasta cubano
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