www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 3/36
 
Diálogo Nacional. Programa Transitorio
Documento confeccionado en la Isla, bajo el liderazgo de Oswaldo Payá Sardiñas, para un debate nacional sobre la transición democrática.
 

El Proyecto Varela fue presentado el 10 de Mayo del 2002 en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular, apoyado por las firmas de más de diez mil ciudadanos, que es la cifra que en el articulo 88g exige la Constitución vigente en Cuba para que los ciudadanos puedan presentar un proyecto de ley. El tres de Octubre del 2003 se presentaron 14384 firmas más, de nuevos electores, apoyando el Proyecto Varela. Este proyecto de ley consiste en la realización de un Referendo para que los cubanos decidan si las leyes se transforman para que se garanticen algunos de los derechos fundamentales. La campaña por lograr ese Referendo sobre el Proyecto Varela continúa y es dirigida por el Comité Ciudadano Gestor del Proyecto Varela.

Pero con el Proyecto Varela se alcanzan derechos fundamentales, no se diseña la transición. Es decir el pueblo cubano tiene derecho a los derechos y si los lograra con el Proyecto Varela, ya sería un primer paso de avance. Pero también necesita con urgencia preparar su futuro. No basta con tener derechos, es necesario preparar el cambio. El pueblo quiere saber que pasará en Cuba con el cambio. Con este Diálogo Nacional realizado con el instrumento del Documento de Trabajo, el pueblo sabrá lo que va a pasar, por que el propio pueblo decidirá y señalará el camino redactando por sí mismo su programa de transición.

Si se aprobara el Proyecto Varela en un Referendo, no sería necesario nombrar un Consejo Nacional de Gobierno Transitorio, como se propone en este Documento de Trabajo, ya que se realizarían elecciones libres y el pueblo elegiría su parlamento y su gobierno. Pero sería necesario saber que cambios se realizarían en el orden económico, político y social. Entonces los ciudadanos presentarían a los candidatos a diputados que serían elegidos en elecciones libres, su Programa Transitorio, que sería el que se ha elaborado en este Diálogo Nacional (ver Proyecto Varela 4.5 A).

Lo anterior es una variante que no separa, sino que integra al Proyecto Varela con el Diálogo Nacional y el Programa Transitorio. Consideramos esta variante la mejor para Cuba y para todos, "de la ley a la ley". Por eso la campaña del Proyecto Varela y la recogida de firmas continuará durante este Diálogo Nacional y después.

Pero el Proyecto Varela no agota la realidad, ni es una camisa de fuerza para el proceso de cambio. El Documento de Trabajo presenta para el diálogo una variante de gobierno transitorio que se puede aplicar si no es aprobado el Proyecto Varela. El objetivo no es que se realice un proyecto determinado, sino que se haga lo más conveniente para los cubanos todos. Por eso aclaramos que para participar en el Diálogo Nacional no es condición necesaria apoyar el Proyecto Varela y lo uno no implica lo otro.

Como la realidad y la evolución no se pueden encerrar en el marco de una sola propuesta, este Programa de Transición que será elaborado en el Diálogo Nacional, tendría una variante de cambios institucionales que sería independiente del Proyecto Varela, es decir que no este condicionado de ninguna manera a la aprobación de ese proyecto, sino que contenga su propia estructura de gobierno y su propia dinámica para la transición. En el Documento de Trabajo se presenta un modelo, que creemos justo y coherente. Pero este modelo puede ser mejorado, o cambiado en el Diálogo Nacional.

Cuba necesita de cambios pero estos cambios deben ser realizados por el pueblo y en la dirección que señale el pueblo. Semejante proceso sólo será verdaderamente realizado por el pueblo si se hace en un Diálogo Nacional, con la participación democrática de todos los cubanos.

Queremos que este Programa se enfoque hacia la Civilización del Amor, es decir, hacia una sociedad donde las relaciones entre las personas no se apoyen en la fuerza, ni en el poder del dinero, donde tampoco se dividan los hombres por sus ideas, razas, religión o condición económica, sino una sociedad basada en la relación de amor entre los cubanos como hermanos que son por ser hijos de Dios.

Sería un error interpretar al Programa Transitorio, que saldrá de este Diálogo Nacional, como un modelo permanente, eso sólo se logrará después en la Constituyente. Sin embargo, dada la crisis total que vive nuestra sociedad y la urgencia de soluciones, el PT establecerá medidas concretas para iniciar el camino de la reconstrucción económica, para lograr el respeto a los derechos fundamentales y para establecer bases sólidas que permitan el control de todas las instituciones y del proceso de cambio en sí, por parte del pueblo. Es decir, para garantizar verdaderamente la soberanía y la autodeterminación de los cubanos. La presencia y actuación del Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo (CCRD) y sus Comité de Base, garantizan el control por parte de los ciudadanos de todo el proceso de transición y su participación.

Estas medidas no pueden esperar más tiempo como no pueden esperar la reconciliación, el perdón y la liberación que serán la base espiritual del proceso de cambio. Con los resultados de este Diálogo Nacional, varios equipos de trabajo con una composición plural e integrados por personas capacitadas trabajarán en el esquema básico de las leyes complementarias a este Programa. Entre estas estarán: un nuevo Código Penal, un Programa de Asistencia a Necesitados (PAN), un Programa de Educación, Leyes que garanticen las Libertades de Expresión y de Asociación, una nueva Ley Electoral y todas las regulaciones necesarias para hacer funcional este Programa.

Este Programa Transitorio que saldrá del pueblo en el Diálogo Nacional, sería la ley de tránsito para la etapa de cambios necesarios en Cuba, que desemboca en una Asamblea Constituyente elegida democráticamente por el pueblo, que sí dará una nueva Constitución a la Nación. Mas esta Constitución será elaborada entre todos y en condiciones de diálogo equilibrado, justicia, libertad y participación responsable y deberá ser aprobada en un Referendo. Cuando esa nueva Constitución entre en vigor, termina la etapa que define el Programa Transitorio. Será entonces la Constitución de la República con que soñó Martí, "con todos y para el bien de todos".

Partes 1 a 10
Partes 11 a 20
Partes 21 a 30
Partes 31 a 36
   
 
EnviarImprimir
 
 
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir