www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 3/29
 
Querella criminal contra Fidel Castro
Texto íntegro de la demanda judicial presentada el 14 de octubre de 2005 por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ante la Audiencia Nacional de España.
 

El centro Kilo 7, en la provincia de Camagüey, es de las más violentas. En 1974 una incursión represiva por huelga de los encarcelados, causó la muerte a 40 presos políticos.

El centro G II de Santiago de Cuba tiene el dudoso privilegio de poseer celdas a temperaturas muy altas y muy bajas. A los presos se les despierta cada 20 minutos, se les desnuda y aísla del mundo exterior, presentando al cabo de cierto tiempo trastornos psíquicos irreversibles.

El centro de La Cabaña es el más célebre. Sólo en el año 1988 fueron fusilados más de 100 presos. Los calabozos eran conocidos como ratoneras.

El hacinamiento de los reclusos ha sido otra característica de las prisiones de Cuba bajo el régimen de Castro. Los prisioneros políticos son "depositados" en galeras, celdas o barracas en número que multiplica varias veces su capacidad real.

Las celdas de castigo (o disciplinarias como oficialmente son llamadas por el régimen penitenciario cubano) en todas las prisiones del país se han caracterizado por su crueldad. Estas celdas son muy calurosas en verano y extremadamente frías en invierno, sin adecuadas condiciones higiénicas, y siendo en muchas ocasiones los presos objeto de torturas físicas y psíquicas. Estas celdas, llamadas "tapiadas" son verdaderas bóvedas donde los reclusos permanecen por meses, en la más completa oscuridad y en ocasiones son tan pequeñas, que son conocidas como "gavetas", en las que el recluso no puede acostarse o ponerse completamente de pie.

La crueldad del sistema penitenciario del régimen de Castro está también implícita en el inadecuado suministro de alimentos y en ocasiones en la insuficiente asistencia médica, que en diferentes oportunidades ha sido negada como parte de las medidas disciplinarias contra los prisioneros.

En la prisión de Boniato muchos prisioneros se hincharon debido a la avitaminosis y otras insuficiencias orgánicas producto de la subalimentación. En ella impera una violencia sin límites matando de hambre a decenas de presos políticos. Para no ser violados por los presos comunes, algunos políticos se embadurnan con excrementos. Boniato es el centro de exterminio donde encuentran la muerte tanto presos políticos como comunes. Es celebre por sus celdas tapiadas. En ella hallaron la muerte decenas de presos sin recibir asistencia médica. Los poetas Jorge Vals que cumplió 7.340 días de cárcel y Ernesto Díaz Rodríguez, son un ejemplo de ello.

En la prisión de Tres Macios de Oriente se usan las jaulas de hierro. En este universo cerrado, sin agua ni higiene, los presos comunes y políticos se ven recluidos en una promiscuidad difícil de soportar.

En todas ellas se despierta a los detenidos de sus celdas de castigo, embrutecidos por los golpes y desnudos, son obligados a reunirse para esperar a que terminen las inspecciones para poder regresar a sus celdas.

La situación de las mujeres en el sistema represivo cubano es especialmente dramático, puesto que se ven abocadas al sadismo de sus captores que recurren a las palizas y diversas humillaciones, por ejemplo, antes de pasar a las duchas, las detenidas debían desnudarse en presencia de sus captores, siendo golpeadas y violadas.

En el campo de Potosí, en la zona de las Victorias de las Tunas, había en 1986, tres mil presas.

En el campo del Nuevo Amanecer, las condiciones de vida son infrahumanas: comida infecta y enfermedades infecciosas que, como el tifus, causaron la muerte a numerosas personas sin que se facilitara la asistencia médica más elemental.

Uno de los campos de exterminio esta situado en la Región de Camagüey: el Mambí que en los años 80 encerraba a más de tres mil prisioneros. Otro es el campo de extermino de Siboney donde las condiciones de vida son execrables.

Los adolescentes cubanos en el régimen castrista también son víctimas del confinamiento en estos campos de concentración. Así el campo Arco Iris situado cerca de Santiago de las Vegas o el de Nueva Vida al Sureste de la Isla.

En la zona de Palos, se encuentra el Capitolio, un campo de internamiento especial reservado para niños de alrededor de diez años. Estos adolescentes, realizan trabajos forzados como "Plan de Rehabilitación" que supuestamente les preparan para su reinserción en la sociedad socialista.

En 1978 había en Cuba entre 15.000 y 20.000 presos políticos. Hoy el Gobierno reconoce la existencia de entre 400 y 500 presos políticos. Según Amnistía Internacional, en 1997 había en la isla entre 980 y 2.500 presos políticos (hombres, mujeres y adolescentes).

Desde 1959 más de 500.000 cubanos han pasado por los campos y centros de represión.

TERCERO.- Las ejecuciones han sido uno de los más siniestros y temidos instrumentos del régimen. La aplicación de la pena de muerte por la Seguridad del Estado, se hizo extensiva.

De 15.000 a 17.000 personas han sido fusiladas, entre ellos destacamos cuatro ejecuciones denunciadas ante la Fundación Nacional Cubano Americana:

Partes 1 a 10
Partes 11 a 20
Partes 21 a 29
   
 
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