El destino, tal es el nombre que aplicamos
a la infinita operación incesante de millares de causas entreveradas.
J. L. Borges
Jesús Díaz fue para nosotros —y aún hoy lo es— un maestro en el ejercicio del pensamiento y la palabra puesta al servicio de la verdad. Desde que empezó a sufrir represalias por ejercer su derecho a disentir, nunca se refugió exclusivamente en la denuncia de su suerte individual. Siempre tuvo presente que era sólo una más de las víctimas; que el ataque era contra todo un pueblo y que muchos otros estaban pagándolo más caro, mucho más caro que él. Sentía culpa de no haber aguantado más. Sabía que el ser humano puede más. Pensaba a menudo en Gandhi, en Mandela, en las personas conocidas o desconocidas que estaban dentro de Cuba: en los presos de conciencia encarcelados y en todos los cubanos presos de la tiranía, la demagogia y la miseria general.
Del dolor propio y de la impotencia ante el dolor ajeno nació toda su creación literaria y cinematográfica, pero, sobre todo, su persistente activismo en el campo del pensamiento crítico. Encuentro y Encuentro en la Red no son más que la culminación de eso. La eficacia de esta obra la prueba no sólo el reconocimiento de los lectores sino el desmedido encono con que el gobierno cubano trata de desacreditarla por todos los medios.
Pueden estar seguros de que no habría sido su deseo —ni el nuestro— convertirnos en protagonistas del escándalo de la Feria del Libro de Guadalajara, México, ni ser motivo permanente de difamación y mucho menos temer a diario por la suerte de los que se valen de Encuentro o Encuentro en la Red para decir lo que piensan o lo que ven.
Jesús Díaz supo desde el principio que el régimen usaría sus buenas y malas artes para acallarnos y vencernos, pero aún así, en la disyuntiva socialismo o muerte, apostó por la vida.
En su nombre, un año después de la muerte del hombre que puso todas sus energías al servicio de la causa del encuentro, reafirmamos nuestro compromiso de mantener viva su lucha pacífica por una Cuba libre y democrática. |