Isabel Allende, hija del derrocado presidente Salvador Allende, así como Ricardo Núñez, ex líder del partido socialista, y Juan Pablo Letelier, cuyo padre, ministro de la Unidad Popular, fuera asesinado en Washington por orden de la policía de Pinochet, integraron, entre otros, la delegación del país austral en Ginebra.

La actividad de la democracia cristiana en pro del respeto a los derechos humanos en Cuba toca un extenso abanico, y se había iniciado antes de que en abril pasado La Habana negara a Walker y otros parlamentarios el permiso para entrar al país, donde planeaban entrevistarse tanto con la autoridad como con la oposición. La negativa provocó al cabo un áspero intercambio a nivel diplomático.

Aunque difícilmente el sistema castrense impuesto en Cuba desde hace más de 44 años acepte lo aprobado en esta cita, la situación se verifica en un foro donde La Habana ha expuesto sus criterios sobre el embargo comercial norteamericano, el caso del niño Elián González y en otros asuntos del ámbito internacional.

La Unión Interparlamentaria se fundó a finales del siglo XIX y posteriormente se vincularía a la ONU. Cuba fue sede de su Conferencia número 105, en 2001, ocasión en que Fidel Castro presidió la delegación de su país. Entonces la diplomacia del dictador tenía a la Unión Interparlamentaria, en general, como un aliado. Pero una de las señales más claras que indicaron el efecto de las acciones represivas, tuvo lugar en su última Conferencia, efectuada en precisamente en Chile, donde un titular de la prensa local resumía el espíritu del cónclave: "Parlamentarios del mundo rechazaron detenciones en Cuba". Aquí la democracia cristiana volvió a mostrarse muy activa.

La labor a favor de un viraje en las condiciones prevalecientes en la Isla va en esta agrupación desde convocar reuniones, con diversos factores sociales, en países como Argentina, México y otros, hasta la aprobación de condenas al régimen caribeño en la Cámara de Diputados, pasando por presionar a La Moneda en tal sentido.

Está por verse, como fruto de estas presiones, la postura del presidente Ricardo Lagos en la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno, a efectuarse en noviembre próximo en Bolivia, donde se espera si no una colisión directa, al menos una posición, firme y mayoritaria, frente a la dictadura castrista.

Cuando, en fin, la derecha chilena como entidad política hace que no oye y no ve lo que ocurre en la Isla, fuerzas comprometidas con la justicia y la verdad en la patria de O'Higgins demuestran que la oposición cubana está más acompañada que nunca en su empeño por crear una sociedad donde se respeten los más caros derechos de los seres humanos.