En realidad, el nuevo presidente boliviano se ha convertido en un verdadero rehén de los agitadores del MAS. Su mandato se encuentra bajo observación y bastaría una señal de Morales para comenzar nuevamente el corte de carreteras y las movilizaciones que derrocaron a Sánchez de Lozada.

El otro asunto que puede motivar la presencia de Castro en Bolivia es que en esta cumbre se discutirá la creación de una Secretaría Permanente, una propuesta elaborada por el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso para formar "una comunidad iberoamericana".

Ya Brasil y Argentina expresaron "algunos reparos" a la creación del organismo por cuestiones de "representatividad".

El pasado 1 de octubre se reunieron en Estoril (Portugal) representantes de las cancillerías de los 21 países iberoamericanos para estudiar el informe elaborado por el grupo de reflexión, que encabeza el ex presidente de Brasil.

Al finalizar la reunión, la mayoría de los participantes se mostró favorable a las propuestas presentadas por Cardoso. El embajador de Cuba en Lisboa, Reinaldo Calviac, esquivó dar una respuesta categórica y dijo que el proyecto tenía que ser "estudiado". Calviac fue el representante cubano en la cita, lo que demuestra que La Habana optó por rebajar el nivel de su participación.

Si Brasil y Argentina ya expresaron su dudas, no resulta arriesgado pronosticar que el comandante Castro y el mandatario venezolano, Hugo Chávez, se unan a las voces disonantes.

¿Y qué tal si el Líder Máximo aprovecha también su viaje a Bolivia para visitar el lugar donde cayó Che Guevara, o donde fueron encontrados sus restos?

Sería imposible para el presidente Mesa negarle estos deseos, porque representaría un agravio para Evo Morales y el MAS.

Por otro lado, la agencia de noticias AFP reveló recientemente desde Brasilia que existe un proyecto de declaración sobre la situación de los Derechos Humanos en Cuba, el cual ya circula entre los países que participarán en la Cumbre Iberoamericana, y puede llegar a convertirse en un tema de confrontación.

''Habrá un país que presentará ese proyecto de declaración sobre Derechos Humanos, mencionando a Cuba, y eso causa preocupación'' por las polémicas que pueda generar con los diplomáticos cubanos, señaló la fuente, que pidió el anonimato, y se abstuvo de dar más precisiones sobre el documento, agrega el despacho de AFP.

Es de sobra conocido que, cuando se trata de confrontaciones, a Castro le encanta asumir el papel principal. Por tanto, resulta improbable que, como en las dos cumbres anteriores, sea el discreto y casi apagado vicepresidente Carlos Lage, el representante del régimen en el cónclave boliviano.

Son algunas de las razones que apuntan hacia la presencia de Fidel Castro en Bolivia. Como es habitual en estos casos, el anuncio oficial de su visita será de última hora y tampoco habrá muchos detalles acerca de otros propósitos del viaje. En ocasiones anteriores, incluso en ceremonias de toma de posesión de otros mandatarios latinoamericanos, Castro ha sido maestro en el afán de "robarse el show", y ciertamente lo ha logrado. La Bolivia actual es un escenario ideal.