Los países de América Central dan pasos acelerados hacia la integración regional, como fórmula para lograr acuerdos más ventajosos en los procesos de negociación con la Unión Europea y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
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Reunión anti-ALCA: desintegración, contrarreforma, paralización. |
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Todo esto se produce ante el silencio de la prensa oficial cubana y el evidente desprecio de las autoridades de La Habana. Parece que para el gobierno de Fidel Castro los términos integración, reforma, cambios, compromisos de respetar cláusulas que se refieren a los derechos humanos y otros temas que lleva aparejado este proceso de los países centroamericanos, han desaparecido del diccionario numantino de la política cubana.
Por razones de cercanía geográfica, cultural y lingüística sería lógico que Cuba formase parte de este proceso de integración centroamericana. Pero resulta impensable con Castro en el poder.
El pasado 7 de julio, el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, afirmó que Centroamérica debe avanzar en su proceso de integración y reformar las instituciones regionales, a la vez que negocia tratados comerciales con otras naciones.
"No es posible que estemos pidiendo Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Europa si no somos capaces de integrarnos en Centroamérica y ponernos de acuerdo en temas más pequeños, como la libre circulación de personas y mercaderías", dijo Saca.
En manos del presidente salvadoreño se encuentra la Secretaría Pro Témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Pero, los países centroamericanos ya también cuentan con un parlamento regional, la Corte Centroamericana de Justicia y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), instituciones que, por supuesto, nunca aparecen mencionadas en la prensa oficial cubana.
Ya existe un acuerdo para el TLC entre Estados Unidos y Centroamérica, pero los observadores estiman que sólo entrará en vigor después de las elecciones norteamericanas de noviembre, ya que tiene que ser aprobado por el Congreso estadounidense y, por lo menos, por dos Estados de la región.
Una agenda de la integración
Sin embargo, se ha avanzado en cuestiones concretas, como la Unión Aduanera entre Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, aprobada por los presidentes de los cuatro países el pasado 6 de mayo.
Ese día, y tras una reunión de trabajo de dos horas y media, los cuatro mandatarios emitieron una resolución de carácter migratorio. Fue eliminada una boleta para el control en las fronteras, que fue sustituida por una tarjeta de ingreso y salida "para movimientos migratorios internacionales, cuya emisión o sustitución no tendrá costo". |