El "ilustre canciller bolivariano" y representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Granda, fue detenido el pasado 14 de diciembre, según las autoridades de Bogotá, en la ciudad de Cúcuta, después de haber atravesado la frontera con Venezuela.

Colombia y Venezuela al borde de la ruptura.

Sin embargo, el pasado 30 de diciembre, el Secretariado Mayor Central de las FARC emitió una virulenta declaración denunciando que "el canciller Ricardo" (su nombre de guerra) había sido secuestrado en pleno centro de Caracas y esto representaba "un lamentable precedente", porque el representante de la reconocida banda terrorista se encontraba en ese país suramericano "por invitación de las organizaciones bolivarianas concentradas en Venezuela, con el aval de las autoridades del gobierno de ese país".

"Ante lo ocurrido en Caracas por el secuestro de Ricardo solicitamos al gobierno bolivariano de Venezuela fijar una posición frente a las garantías a las demás organizaciones bolivarianas que eventualmente visiten su país", dice el comunicado en un tono que tal parece se piden explicaciones del "gobierno en armas" de Colombia al Estado venezolano.

Las FARC afirmaron que este episodio constituye una "grave ofensa al movimiento bolivariano de los tres países hermanos e hijos del Libertador".

La parlamentaria del oficialista Movimiento Quinta República, Marelys Pérez, confirmó que el "canciller" de las FARC "estuvo en la subsede de Maturín, el día 7 de diciembre y participó en el II Congreso Bolivariano de los Pueblos". Para cubrir la forma, dijo que Ricardo no había sido invitado.

Ciudadano en once horas

El abogado defensor del "distinguido canciller", Miguel González, se encargó de declarar que el guerrillero Ricardo "no necesita una invitación de nadie ni visado, porque es ciudadano venezolano".

Poco después, González dio por fidedigna la información que aparece en la Gaceta Oficial extraordinaria No. 5.722, publicada el viernes 9 de julio de 2004, según la cual el Estado venezolano le habría otorgado la nacionalidad a su cliente.

"Por supuesto, es real, es un documento oficial, la Gaceta Oficial de la República hermana de Venezuela, no es supuesto", dijo al ser consultado sobre si efectivamente la persona reflejada en la mencionada publicación oficial es su defendido.

Según González, Granda le habría referido que para obtener la nacionalidad venezolana tuvo una larga espera, de unas once horas en una cola, durante un operativo de nacionalización de extranjeros realizado por el gobierno.

Reiteró que su defendido "se encontraba en Venezuela (y) aprovechó la ocasión de la realización de dos eventos que se realizaron en Caracas por los días previos a su detención y participó en ellos. Uno de esos eventos es el congreso mundial de intelectuales y el otro el segundo congreso bolivariano de los pueblos".

La verdad se abría paso a pesar de los desmentidos del ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, que unos días antes había declarado que el representante de las FARC no tenía cédula de identidad venezolana.