El presidente boliviano Carlos Mesa se encuentra nuevamente entre la espada y la pared. Por un lado, las protestas de los indígenas productores de coca y del Movimiento al Socialismo (MAS), que encabeza Evo Morales, gran amigo de los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, y, por otro, sectores patronales del departamento boliviano de Santa Cruz que, con el pretexto de rechazar el aumento de precios de los carburantes, en realidad han lanzado un movimiento secesionista.
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Chávez y Evo Morales: ¿la copia de la copia? |
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Como el río está revuelto, de inmediato Morales pidió a Mesa que adelante las elecciones presidenciales, aunque precisó que no pide la renuncia del actual mandatario, porque ello derivaría en una nueva sucesión constitucional para dejar en el poder al presidente del Congreso, Hormando Vaca Díaz, que responde al Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR).
Las tendencias "democráticas" de Evo Morales se pueden medir por las amenazas que lanzó el pasado 20 de diciembre: incendiar el Congreso de Bolivia en caso de que se apruebe un acuerdo de inmunidad con Estados Unidos. "Si es posible hay que incendiar, hay que hacer algo en el Parlamento nacional, aunque nos digan que estamos atentando contra la democracia, porque estamos hablando de la vida de los bolivianos y de las bolivianas", declaró Evo, como es conocido en el país. Indicó que la eventual ratificación de ese convenio significaría "que somos como animalitos y que nos maten nomás".
Para los analistas de la situación suramericana, lo que ocurre hoy en Bolivia no resulta sorprendente. A principios de noviembre del pasado año, el presidente Hugo Chávez estigmatizó a Mesa y al presidente de Ecuador, el coronel Lucio Gutiérrez, con su afirmación de que no eran "verdaderos bolivarianos".
Tras el 'perfil bolivariano'
Evo Morales también mantiene vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según denunció recientemente el semanario colombiano Semana, y uno de sus contactos era "el canciller" de ese grupo guerrillero en el cual se mezclan narcotraficantes y terroristas, Rodrigo Granda, capturado por el ejército colombiano, pero que mantenía incluso nacionalidad venezolana para facilitar "su trabajo diplomático".
O sea, que cuando Morales se decide a plantear que se adelanten las elecciones, es porque de seguro contará con importantes recursos financieros facilitados por Chávez y las FARC para situar en La Paz a un presidente con "perfil bolivariano".
Mesa ha conseguido mantenerse durante quince meses en la presidencia, pero no cuenta con apoyo parlamentario y la situación actual, en algunos aspectos, se asemeja a la que vivió el país poco antes de que Gonzalo Sánchez de Losada se viera obligado a abandonar la presidencia por los cortes de carreteras y "levantamientos populares". |