La embajada de Estados Unidos en La Paz habría alertado al gobierno boliviano sobre la supuesta preparación de un golpe de Estado para derrocar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, y sobre la existencia de planes para asesinar a Evo Morales, líder de la oposición al gobierno.

Según la BBC, el embajador estadounidense, Richard Greenlee, entregó al vicepresidente de Bolivia, Carlos Mesa, un informe de los servicios de inteligencia norteamericanos que denunciaba estos planes.

Lo más llamativo del supuesto informe es que se acusa precisamente a Morales de organizar el golpe de Estado, junto al también dirigente del partido Movimiento al Socialismo (MAS), Antonio Peredo, y con la ayuda de jefes militares.

Los servicios estadounidenses habrían descubierto que, dentro de la acción, un grupo del MAS intentaría asesinar al dirigente cocalero y al senador Filemón Escobar, asesor de Morales.

"Este grupo siente que la asociación de Morales y Escobar con los cocaleros resta apoyo a los planes del partido del MAS de ganar la colaboración internacional, que sería necesaria (sic) en caso de que el partido estuviera en un gobierno interino", señala el supuesto documento.

Richard Greenlee confirmó la veracidad de un comunicado emitido el miércoles por la vicepresidencia, en el que se informa que el diplomático advirtió el 14 de marzo sobre el plan para atentar contra Morales y Escobar. Pero la nota oficial del gobierno boliviano no hizo mención al supuesto golpe.

En una rueda de prensa el jueves, Morales dijo que el propio Mesa le dio el escrito el sábado, en una reunión a la que lo convocó de emergencia para advertirle, a pedido de la embajada, que su vida corría riesgo, informó la AP.

"Este documento está orientado a intimidar, a dividir y hacernos aparecer como golpistas, a ser asesinados por nuestros propios compañeros", dijo Morales.

El dirigente sindical mostró el supuesto texto —aparentemente sin membretes, sellos, o firmas— en la rueda de prensa.

El diputado negó los cargos y dijo que forman parte de "un plan de la embajada para dar un golpe fascista", y que es la propia misión diplomática estadounidense la que intenta acabar con su vida.

Consultado sobre la acusación, Greenlee respondió parcamente: "Lógicamente no".

Morales afirmó que "el embajador de Estados Unidos hace y deshace en Bolivia, gobierna Bolivia y cuando le va mal porque ya no sirve la democracia, vuelve a las dictaduras".

Sostuvo que pedirá a la cancillería que cite a Greenlee para "que diga con cuántos generales ha hablado Evo Morales para dar el golpe, y qué miembros del MAS planean asesinarlo".

"¿Quién va a creer que el embajador va a proteger la vida de Evo Morales? Estoy convencido de que esta denuncia es para que el embajador se exima de toda culpa, para justificar el asesinato de Evo Morales", agregó.

Pese a todo, Greenlee indicó: "Creo que la democracia aquí está consolidándose cada día. Respaldamos al gobierno constitucional de este país, que es el gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada".