América Latina sufre una severa crisis de confianza en la democracias, y muchos ciudadanos de la región prefieren "un régimen autoritario" que resuelva sus problemas económicos, reveló el miércoles un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El documento fue presentado en Lima. Es el resultado de un estudio realizado en 18 países y de encuestas de opinión a 18.643 latinoamericanos. También incluye la percepción sobre democracia de 231 líderes políticos, entre ellos 32 presidentes o ex presidentes, informó Reuters.

"Es la primera vez en la historia del mundo que hay una región enteramente democrática, pero resulta ser la más desigual del planeta y extremadamente pobre", dijo a la prensa el ex canciller argentino Dante Caputo, quien lideró la investigación y análisis del informe.

El estudio reveló que en el 2002 un 54,7% de encuestados en la región preferiría un régimen autoritario a uno democrático, si les "resolvía" su precaria situación económica.

"Esto es lamentable (...) La solución para los problemas de América Latina no reside en un regreso al autoritarismo, sino en una democracia más profunda y consolidada", afirmó el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en un mensaje en vídeo difundido en Lima.

Desde el 2000, cinco presidente electos de los 18 países analizados se vieron obligados a renunciar (en Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Haití) antes de culminar sus mandatos, como consecuencia de una pronunciada caída de apoyo popular o en medio de fuertes protestas y escándalos.

Actualmente Venezuela vive en tensión política por un agudo enfrentamiento entre el presidente Hugo Chávez y la oposición que pide su renuncia.

En Perú, 8 de cada 10 peruanos desaprueban el gobierno del presidente Alejandro Toledo debido a escándalos y acusaciones de corrupción en su entorno, que desde noviembre causaron la renuncia de cuatro ministros y un vicepresidente.

Caputo enfatizó que el descontento popular tiene su raíz en la pobreza, un viejo mal que afecta a la región, pese a los grandes avances en reformas, principalmente económicas, con aperturas de mercados y más participación de la actividad privada.

Según otros resultados del informe, un 43% de latinoamericanos tenía en el 2002 actitudes democráticas, un 30,5% actitudes ambivalentes y un 26,5% actitudes no democráticas.

Además, el 41,9% de entrevistados está de acuerdo con pagar el precio de cierto grado de corrupción en sus gobiernos, con tal de que "las cosas funcionen".

El informe abarcó Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Otro dato puntual es la opinión sobre el poder. Un 79,9% de los líderes de la región consultados, entre ellos presidentes y ex presidentes, dijeron que son los grupos económicos los que ejercen el poder de hecho en América Latina y un 65,2% lo conforman los medios de comunicación.

Para el ex presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, la democracia tiene que tener un sustento racional para saber no elegir a un "demagogo" que promete el oro y el moro.

Esa falta de "cultura democrática" es responsable de que los latinoamericanos se decepcionen fácilmente, sumado el descrédito de los partidos políticos.

El informe dijo que un 59% de los líderes consultados cree que los partidos políticos de la región no están cumpliendo adecuadamente su papel.

Por ello cada elección es una "catarsis" de esperanza por la democracia, una explosión de júbilo que luego se desvanece cuando no funcionan los gobiernos, afirmó Sanguinetti.

El ex presidente uruguayo también recalcó que el problema es que los latinoamericanos están a la espera siempre de un Estado paternalista. "Le pedimos todo al Estado, hasta la felicidad individual", agregó a los periodistas en Lima.