Las intervenciones del mandatario venezolano y sus funcionarios culturales no lograron agitar las aguas del debate político. La oposición ha tomado como norma no discutir con Chávez sobre el sexo de los ángeles, para no desviarse del propósito de convocar a un referéndum revocatorio sobre el mandato del presidente venezolano.

En las aguas de la intelectualidad fue donde se desató la tormenta, luego de las declaraciones del ministro de Cultura cubano, Abel Prieto, al diario El Nacional. El escritor y funcionario aseguró que "no había ningún preso de conciencia en su país".

La posición de los intelectuales venezolanos frente a la revolución cubana ha sido cambiante. El apoyo entusiasta durante los años sesenta, dio paso a la desilusión de los setenta, cuando el caso Padilla. Luego, algunos decidieron hundir a la Isla en el olvido, porque pensaban que era mejor no remover las aguas estancadas del proceso cubano, para evitar que el lodo acumulado les viniera encima.

Las declaraciones de Abel Prieto fueron propicias para que algunos intelectuales venezolanos repensaran su mutismo frente al gobierno de La Habana. El historiador y escritor Pompeyo Márquez rompió lanzas al afirmar que "el problema no es si existe un intelectual preso por sus ideas. El problema de fondo es la no existencia, en la sociedad cubana, de un pluralismo ideológico y político".

El escritor Alfredo Chacón también salió al ruedo. "En una sola pregunta me atrevería a resumir esto. El poeta Raúl Rivero está preso. El poeta Raúl Rivero no está preso por sus ideas ¿Por las ideas de quién está preso Raúl Rivero?".

El Pen Club de Venezuela, a través de su presidenta Ana Teresa Torres, emitió un comunicado de rechazo a las afirmaciones del ministro de Cultura cubano. "Las declaraciones de Abel Prieto indican una vez más el cinismo de los regímenes totalitarios, al negar los delitos cometidos contra los disidentes. El señor Prieto debería darnos noticias de mayor interés, como es saber del estado de salud en que se encuentran los periodistas y escritores encarcelados".

Entre los que se pronunciaron a favor de los disidentes cubanos, desde el mismo momento de su apresamiento, estuvo el veterano periodista y editor Teodoro Petkoff, quien fuera compañero del general cubano Arnaldo Ochoa, durante sus incursiones armadas en Venezuela. "Cuando leo las declaraciones de Abel Prieto me río, porque no son más que las opiniones de quienes están en el poder. La opinión de Abel Prieto corresponde a la filosofía política de un régimen totalitario", afirmó el ex guerrillero.

José Martí, durante su estancia en Venezuela, rebasó los cánones literarios y políticos de la época. Lástima que más de un siglo después, la comitiva de intelectuales cubanos, encabezada por Abel Prieto, de visita en este país, no haya podido hacer lo mismo.