El libro de Wayne Smith, El más cercano de los enemigos, es una consulta obligada para desarrollar una agenda de reconciliación que requiere pragmatismo y respeto de ambos países.

Desgraciadamente, el actual jefe de la Sección de Intereses en La Habana ha rechazado las lecciones de Wayne, profesor de la Universidad Johns Hopkins, donde él estudió, para repetir los errores de Earl Smith. La política que está aplicando parece destinada a empantanar —para perjuicio de los intereses nacionales cubanos y norteamericanos— a Cuba en un cruce de extremismos radicales, destruyendo cualquier espacio para una coalición centrista, democrática e independiente.

El taller de ética periodística que Cason organizó inadvertidamente con los agentes castristas Néstor Baguer y Manuel David Orrio sirvió como detonante y pretexto para lanzar una redada gigantesca en la que se condenó a los que allí asistieron y a otros que en reiteradas ocasiones se han manifestado en contra de la política de acoso contra Cuba, con la misma fuerza que abogan por cambios democráticos en la Isla.

El voto 'simbólico'

La última iniciativa de la misión dirigida por Cason constituye un mal preámbulo para los próximos cuatro años. En lugar de entablar un diálogo político con los diferentes sectores de la sociedad cubana, los disidentes, las iglesias y comunidades religiosas, para trasmitir a Washington sus opiniones sobre la política de embargo hacia la Isla, o para simplemente expresar el respeto que EE UU debe tener por la formación de una sociedad civil democrática e independiente, alguien en la misión, que no se ha precisado quién fue, organizó un simulacro electoral en el que los opositores allí presentes lucieron botones con los candidatos de su simpatía y efectuaron una votación para elegir a Bush presidente de EE UU.

Cason tiene una meritoria carrera profesional de más de treinta años, y misiones en El Salvador, Bolivia, Panamá, Uruguay, Venezuela, Italia, Portugal, Honduras y Jamaica. ¿En qué otro país de su larga carrera diplomática, la embajada norteamericana ha organizado tamaño disparate? Desgraciadamente, el problema es mucho mayor que un supuesto error de apreciación de un profesional competente. Lo peor que Cason tiene son las instrucciones que recibe de Washington. Quizás es hora de que se cuestione si la política que está siguiendo responde a los intereses nacionales y la reputación de su país.

"En política —decía Martí— lo real es lo que no se ve". Hay nacionalistas demócratas en el gobierno, la oposición o entre los ciudadanos pasivos, que no se tornan más activos en la Isla o el exilio porque temen/sospechan que la intervención norteamericana en nuestros asuntos no es para promover una salida democrática, sino para manipular nuestros procesos a conveniencia de la política doméstica norteamericana y el peso en ella de los talibanes cubanos de derecha.

Cason tiene la suficiente experiencia y educación para comprender que con el embargo en vigor, los límites de su promoción democrática son mínimos. Ha dicho varias veces que el destino de Cuba será decidido fundamentalmente por los cubanos, especialmente por aquellos que viven en la Isla. Es hora de que empiece a explicar cómo la política de su país se va a ajustar a esa realidad.