www.cubaencuentro.com Viernes, 25 de marzo de 2005

 
  Parte 1/4
 
El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo (I)
por CARLOS ALBERTO MONTANER, Madrid
 

Hace algunas semanas Celia Hart volvió a aludirme públicamente. Celia Hart es la hija trotskista de Armando Hart y Haydee Santamaría. Estudió Física en Alemania, pero aparentemente su verdadera vocación es el activismo ideológico y postula sus ideas con energía y cierta inteligencia. Creo que sus palabras fueron pronunciadas en uno de esos pintorescos actos bolivarianos convocados por el chavismo para estimular el Armagedón planetario que supuestamente se avecina y que a ella tanto le entusiasma.

M. Gorbachov
Alexander Yakovlev y Mijail Gorbachov.

Algo perfectamente natural, pues el principal rasgo del trotskismo que la señora Hart defiende —la búsqueda afanosa de una revolución comunista mundial que le haga frente a las democracias capitalistas hasta su total extinción— coincide tangencialmente con el vago proyecto político del ex coronel golpista venezolano. Por otra parte, Doña Celia, probablemente con razón, está convencida de que el socialismo no puede sobrevivir en un solo país, así que su instinto totalitario la lleva a proponer la proliferación del sistema que impera en Cuba desde hace 46 años para lograr la salvación del castrismo, hoy en claro peligro tras la debacle de la URSS.

El problema, claro, es que el comunismo, a corto o largo plazo, no puede sobrevivir ni en un país ni en veinte: es, sencillamente, inviable. En 1988 medio planeta era comunista, con la Unión Soviética y una decena de satélites europeos a la cabeza. Hoy, con convicciones comunistas, sólo quedan en pie, y muy maltrechos, los gobiernos de dos pequeños manicomios caudillistas, minuciosamente magullados por el llamado "socialismo real": Cuba y Corea del Norte.

China y Vietnam, mientras tanto, mezclando modos capitalistas de producción, incluida la propiedad privada, con el partido único y el militarismo, han evolucionado hacia el fascismo. Comenzaron invocando a Lenin y acabaron por descubrir a Mussolini. Sólo que ya se sabe que, eventualmente, ese fascismo asiático, brutal y eficiente, como ocurrió en Corea del Sur y en Taiwán de la mano de las grandes potencias occidentales, acabará desplazándose progresivamente hacia comportamientos democráticos y plurales mucho más amables con los seres humanos. Es cuestión de tiempo.

'Negar la mayor'

Pensé responderle puntualmente sus palabras a la señora Hart, pero he preferido, como dicen los viejos retóricos, "negar la mayor". Es decir, explicar por qué el comunismo es inviable. La oportunidad la tuve hace unos días, en un ciclo de conferencias convocado en una universidad madrileña por FAES, una prestigiosa fundación de corte liberal que preside José María Aznar, titulado "La revolución de la libertad".

Mi charla —precedida por valiosas reflexiones de Francis Fukuyama, Helmult Kohl y otros expositores— tuvo un título largo, pero transparente: El totalitarismo y la naturaleza humana: cómo y por qué fracasó el comunismo. A lo que agregué, para que no hubiera duda, un subtítulo aún más puntilloso: Los diez factores psicológicos que hacen incompatibles al hombre y al marxismo.

Un último comentario antes de entrar en materia: la señora Hart, tras justificar el terrorismo revolucionario, promete esperarme en Cuba con un rifle en la mano, dispuesta a matarme, si es que alguna vez el régimen cubano corre el riesgo de desaparecer. En realidad, no creo que deba cometer un crimen tan censurable que, francamente, no casa con su rostro amable. Yo, por mi parte, ni siquiera intentaría defenderme. Tengo una hija de su edad y me horrorizaría hacerle daño.

Si el destino me depara el privilegio de volver a Cuba para colaborar en el desmantelamiento de ese infinito calabozo, lo haría sin otra arma que la computadora portátil y sin otro propósito que acudir a defender el derecho de todos los cubanos —incluida la señora Hart— a expresar sus creencias libremente y a organizarse de acuerdo con los ideales e intereses que les parezcan razonables.

1. Inicio
2. Más aún...
3. En ese viaje a Moscú...
4. Las cartas sobre...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Europa, la derecha y la magia de Birmania
ARTURO LOPEZ LEVY, Denver
La esperanza en la olla
ALEJANDRO ARMENGOL, Miami
Chalabismo tropical y derecha decente
ARTURO LOPEZ LEVY, Denver
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir