www.cubaencuentro.com Jueves, 21 de abril de 2005

 
  Parte 1/2
 
Por qué nos fuimos
Isla, exilio e intelectualidad: Una reacción contra la asfixia que provoca la ausencia de libertades públicas.
por RAFAEL ROJAS, México D.F.
 

Pronto se cumplirán veinte de años del inicio de la perestroika y la glasnost: el proceso de reformas impulsado por Mijaíl Gorbachov y que condujo, en menos de una década, a la caída del Muro de Berlín, las transiciones al pluripartidismo y la economía de mercado en Europa del Este y la desintegración de la URSS.

R. Rivero
Raúl Rivero, el más reciente de la lista de intelectuales exiliados. (EFE)

Veinte años, también, del impacto de la perestroika y la glasnost en Cuba. Entre los tantos capítulos cubanos de aquel proceso (amago de reformas, endurecimiento ideológico y político de la "Rectificación", visita de Gorbachov a La Habana, vindicación de intelectuales y políticos en desgracia, recomposición de las élites, juicio y ejecución de Ochoa y De la Guardia, emergencia de una nueva promoción de escritores y artistas…) habría que incluir el éxodo de una zona importante de la generación de los ochenta.

El exilio intelectual y artístico que se produjo entre fines de esa década y mediados de los noventa estuvo, naturalmente, compuesto por creadores de todas las generaciones: desde clásicos del último tramo republicano, como Manuel Moreno Fraginals, hasta historiadores muy jóvenes como Alejandro de la Fuente, pasando por poetas de los cincuenta, como Manuel Díaz Martínez, narradores consumados de las décadas siguientes como Jesús Díaz, Manuel Pereira, Eliseo Alberto y Osvaldo Navarro, y artistas como Umberto Peña y Mario García Joya.

Sin embargo, el grueso de los exiliados de aquellos años estuvo conformado por miembros de la generación de los ochenta. Aquella década, culturalmente tan intensa, que inició con las exposiciones Volumen I y Cuatro por cuatro y terminó con Arte Calle, El Castillo de la Fuerza, Paideia y Naranja dulce, involucró a intelectuales y artistas que hoy oscilan entre 35 y 50 años, nacidos poco antes o poco después de 1959.

Contraposición entre libertad y bienestar

A la parte exiliada de esa generación pertenecen los poetas María Elena Cruz Varela, Emilio García Montiel, Damaris Calderón, Odette Alonso y Ramón Fernández Larrea; los narradores Zoè Valdés, Rolando Sánchez Mejías, José Manuel Prieto, Radamés Molina, Enrique del Risco, Luis Manuel García y Andrés Jorge González; los ensayistas Iván de la Nuez, Emilio Ichikawa, Enrique Patterson, Jorge Ferrer y Ernesto Hernández Busto; los artistas José Bedia, Arturo Cuenca, Flavio Garciandía, Gustavo Acosta, Consuelo Castañeda, Rubén Torrres Llorca, Glexis Novoa y Eduardo Muñoz Ordoqui; los periodistas José Antonio Évora, Wilfredo Cancio, Camilo Egaña y Alejandro Ríos; los críticos Carlos Espinosa, Osvaldo Sánchez, Juan Antonio Molina, Taiyana Pimentel, Isis Armenteros y Miguel Ángel Sirgado.

A esa misma diáspora pertenece el dramaturgo Víctor Varela, la arquitecta Emma Álvarez Tabío, los cineastas Ricardo Vega, Jorge Dalton, Marcos Antonio Abad, Rubén Medina, Ramón García Reyes, Ernesto Fundora, Lorenzo Regalado y Ricardo Aosta; los académicos Velia Cecilia Bobes, Mauricio de Miranda, Alejandro de la Fuente, Alejandro González Acosta, Liliana Martínez, Madeline Cámara y Osmar Sánchez Aguilera; los músicos Oriente López, Gonzalo Rubalcava, Albita Rodríguez, Pavel Urquiza, Rey Guerra y Amaury Gutiérrez; los actores César Évora, Lili Rentería, Jorge Trinchet, Pedro Sicard, Francisco Gattorno y Zulema Cruz; los bailarines Rosario Suárez, Rubén Rodríguez y Caridad Martínez; los productores, Federico Wilkins, Alexis Núñez Oliva y Miguelito Cossío.

La lista, incompleta como todas las listas, bastaría para sostener que, por lo menos, una mitad de aquella generación cultural se fue de Cuba. Mientras esperamos por los estudios que dibujarán la fisonomía de aquel éxodo, podríamos aventurar algunos apuntes sobre las razones de tan nutrida emigración intelectual, aunque su diversidad estética y política se resista a cualquier generalización.

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