El envío de médicos hacia Venezuela es hoy noticia en el único medio de información que ofrece aquí cobertura a los asuntos de interés para la gente: Radiobemba.

Médicos a Venezuela: Candil de la calle y oscuridad de la casa.

Cada día, a cada momento corren nuevos detalles —de boca en boca— o surgen segundas, terceras, cuartas versiones de lo que ya se ha dicho pero aún no era suficientemente disparatado como para poseer el sello de "reporte oficial".

Se trata de un sainete bufo con baile de la chancleta incluido, que mueve a risa y a rubor, pero que a diferencia de otros de su estilo, también puede ser visto —entre líneas— como un drama para llorar, un cuento de horror y misterio o hasta como una Misa Negra.

En cualquier caso, contiene en abundancia un ingrediente que no podría faltarle a ninguno de estos géneros: el enigma.

Nadie sabe nada a ciencia cierta sobre el tema, y menos que nadie saben los involucrados, es decir, los médicos, quienes aun después de aceptar la misión y ultimados ya los preparativos del viaje, exhiben un desconocimiento tal sobre los pormenores de su propio contrato de trabajo, que uno no puede menos que recordar el caso de aquellos infelices chinos que hacia mediados del siglo XIX eran traídos masivamente a Cuba como mano de obra semiesclava.

Algunos aspiran a recibir 150 dólares cada mes durante los dos años de labor en suelo sudamericano. Otros se frotan las manos calculando cifras modestamente mayores, a la vez que apuestan por un golpe de suerte que les permita ser ubicados en regiones de solvencia económica, pues, según se comenta entre ellos, hay sitios cuyas autoridades locales están dispuestas a pagarle directamente al médico hasta 300 dólares, al margen de las cifras que mediante acuerdos gubernamentales (guardados como secretos de Estado) les paguen a su dueño.

Esto, agregado al hecho de que el desempeño de su labor profesional en otras tierras les reporta 50 dólares de ingreso a la familia, es todo cuanto obtienen los galenos que emprenden desde aquí las llamadas misiones internacionalistas. Y justo es que se diga: la mayoría se muestra conforme, incluso entusiasmada, toda vez que la perspectiva de convertirse en los nuevos chinos del siglo XXI constituye un peldaño hacia el progreso en sus vidas.

Así, pues, nadie se llame a engaño: la maniobra de asegurar votos para Chávez invadiendo con médicos cubanos los barrios pobres de Venezuela, cuenta con un seguro respaldo en la Isla. Al punto que, según Radiobemba, primero se manejaba el número de mil enviados; luego, aumentó a cinco mil; y ahora se habla de diez y quince mil.

Asimismo, es motivo de muy coloridos comentarios la situación que dejan al partir estas alegres comparsas de médicos.