Las autoridades se reservan el derecho de investigar los antecedentes de los visitantes para evitar que los presos establezcan relaciones con otros delincuentes o criminales, por lo que el propósito de la visita y el nombre tienen que ser comunicados con anterioridad.

Los presos no están autorizados a recibir visitas con el propósito de hacer o dirigir negocios.

Los presos extranjeros están autorizados a recibir visitas de su embajada o consulado. En una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, publicada el 13 de enero de 2004, se daba cuenta de una serie de visitas de este tipo realizadas el año anterior.

Los presos pueden recibir visitas de sacerdotes o grupos cívicos. De hecho, un oficial del BOP explicó que cuando se trata de detenidos que no tienen familiares o que no pueden ser visitados por falta de recursos de estos, tratan de buscar que tengan relaciones con algunos grupos de la comunidad "para levantarles la moral, que no se sientan aislados".

La visita de los abogados son privadas y, generalmente, se realizan fuera de la sala general donde son recibidos los otros visitantes. En el caso de los cinco espías se prepara una audiencia para el 10 de marzo ante los tres jueces de la Corte de Apelaciones de Atlanta. Los cubanos fueron condenados a fines de 2001, por lo que los abogados de la defensa han tenido tiempo de fundamentar la apelación. Si emiten un criterio desfavorable para los "héroes", todavía se puede apelar a la opinión de todos los magistrados de ese tribunal y, en última instancia, al Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Los presos sólo pierden el derecho a la visita en caso de faltas graves, después de un juicio disciplinario. "Lo usamos como el último de los recursos", informó un oficial de la dirección de prisiones.

Cada detenido tiene derecho a una cuenta personal, de la cual retirará dinero para comprar cigarros y otras golosinas, si lo desea. Todas las cárceles tienen una cantina para esos efectos.

La dirección de cada cárcel federal está obligada a suministrar a cada detenido: jabón, cepillo de dientes, pasta o polvo dentífrico, peine y papel higiénico (Programa de Aseo Personal aprobado el 4 de noviembre de 1996).

Los presos pueden dejarse crecer la barba, que sólo tendrán que cubrir si les corresponde servir la comida. También pueden usar bigote y pelo largo, siempre que lo conserven aseado.

Todas las cárceles tienen bibliotecas con revistas, periódicos, literatura de ficción y no ficción, libros de referencia, y algunas con horarios nocturnos.

Cualquier posible comparación con la situación en que se encuentran los 75 opositores y periodistas independientes detenidos en Cuba, queda a cargo del lector.