La reciente destitución del ministro de la Industria Básica, Marcos Portal, constituye una mala noticia para el avance de la reforma económica en la Isla. Las consecuencias de su remoción son más importantes a largo plazo, en tanto Portal representaba una forma de pensar flexible —en términos económicos— y había sido uno de los pioneros de la apertura a la modernización de las técnicas de dirección, contabilidad y administración del sector público cubano desde la década de los ochenta.

Ex ministro Marcos Portal.

El también miembro del Buró Político gozaba de una posición muy ventajosa dado su vínculo familiar con Fidel y Raúl Castro a través de su esposa, su probada competencia en la dirección del ministerio y la ausencia de un comportamiento corrupto. La combinación de todos esos factores convertía a Marcos Portal en un importante factor para una reforma económica más profunda, lo mismo bajo la dirección de Fidel Castro o de su eventual sucesor, el actual ministro de las FAR y vicepresidente primero Raúl Castro.

Las posiciones políticas de Marcos Portal no se diferencian de las de otros líderes de la nomenklatura cubana, pero sus capacidades tecnocráticas y de dirección lo ubicaban en un nivel especial dentro de la dirección. Portal encontró la forma de aplicar un pensamiento económico racional respetando los límites ideológicos impuestos por el sistema. El destituido ministro de la Industria Básica se reveló en los años del Período Especial como el profesional más competente del gabinete ministerial cubano.

"El cambio en Cuba —dijo Portal en 1997 a la revista Bussiness Week— es mental y hasta ideológico. Antes la gente consumía todo lo que se produjera, ahora hay que pensar en términos de mercado y clientes".

El 'estilo Portal'

En la escuela de cuadros del ministerio se enseñaban modernas técnicas de dirección capitalista, mercadeo y contabilidad, usando textos como En busca de la excelencia. Tales desarrollos determinaron que la Industria Básica, aun hoy, posea las empresas mejor administradas y eficientes de toda la economía nacional.

La Industria Básica (MINBAS) fue el ministerio mejor preparado para enfrentar el colapso soviético. Con previsión, desde mediados de los ochenta, el ministerio había desarrollado una mentalidad más apropiada para enfrentar la crisis que se avecinaba. Al no terminarse la central electronuclear de Juraguá, el sistema eléctrico nacional fue sometido al reto de continuar funcionando, con un reducido financiamiento y un grupo de plantas anticuadas.

Muchas de esas instalaciones no habían sido reparadas, con la esperanza de que su modernización podría ocurrir una vez que la electronuclear estuviera lista. A pesar de ese negativo cuadro, la Unión Nacional Eléctrica fue capaz de reestructurar el sistema e incluso ajustarse con rapidez al consumo de crudo nacional. Como solución a las demandas de mayor productividad, los trabajadores de la Industria Básica fueron los primeros en recibir parte de sus salarios en pesos convertibles, como parte de un plan de estimulación laboral y mejoramiento de la cultura del trabajo.

Otro tanto ocurrió en relación con la inversión extranjera. La industria del níquel encontró en un reducido tiempo socios canadienses para retornar rápidamente a los niveles precrisis de producción, e incluso superar el récord histórico. Un acuerdo ventajoso para el país fue firmado con Sherrit Internacional, por el que Cuba compartía los derechos de propiedad, no sólo de la inversión en la Isla, sino también de la planta de Sherrit en Fort Saskatchewan. Portal también fue de los primeros en promover las inversiones extranjeras en áreas como la exploración petrolera a riesgo, la explotación de los yacimientos de gas natural a través del proyecto ENERGAS en Varadero, etc.

Un importante componente de la labor de Portal fue que no se conformó con lidiar con la inmediatez. El MINBAS comenzó a desarrollar proyectos de mejoramiento de la situación del país, a largo plazo, como la extensión del sistema de gas para domicilios y otros proyectos de mejoramiento de la eficiencia energética.

El Ministerio de la Industria Basica tambien mostró una concepción nacional estratégica cuando no sólo invirtió en su propio desarrollo, sino que contribuyó a la reanimación de las instituciones educacionales en Moa. En términos de la producción petrolera, Cuba cuatruplicó la extracción y uso del crudo doméstico en la más difícil década de su historia económica.