AFP/ La Habana. Fidel Castro se reunió durante la noche del domingo con un grupo de operadores turísticos estadounidenses, que realizó una visita relámpago a la Isla tras participar en una conferencia con funcionarios cubanos en el balneario mexicano de Cancún.

Unos 40 empresarios participaron en el encuentro privado de dos horas con Castro, quien los recibió en el Palacio de Convenciones de La Habana, confirmaron funcionarios de ese centro que rehusaron identificarse.

El gobernante conversó con los visitantes sobre la potencialidad de la Isla para recibir turistas de Estados Unidos en caso de que se levanten las restricciones de viaje vigentes.

El grupo estuvo integrado por representantes de agencias de viaje, compañías aéreas que realizan vuelos charter entre Cuba y Estados Unidos, así como empresarios hoteleros interesados en las posibilidades de abrir el mercado cubano a Estados Unidos.

Por ahora, el embargo que Washington aplica a Cuba prohíbe a turistas estadounidenses gastar dinero en la Isla. Según las leyes estadounidenses, las infracciones son castigadas con fuertes multas e incluso penas de cárcel.

Funcionarios del gobierno cubano y empresarios estadounidenses, agrupados en la Asociación de Profesionales de la Industria relacionada con los Viajes (ATRIP, por sus siglas en inglés), analizaron y debatieron durante dos días en Cancún sobre una futura apertura de la Isla al turismo norteamericano.

Una vez concluido el evento, los profesionales viajaron el domingo a La Habana. El gobierno de Castro se encargó de cubrir todos los gastos para que sus invitados no violaran el embargo.

La delegación recorrió lugares históricos de la ciudad, museos y asistió a espectáculos artísticos.

Estudios difundidos por el Ministerio de Turismo de Cuba indican que, en caso de levantarse las restricciones de viaje, un millón de visitantes estadounidenses arribarían a la Isla en el primer año. La cifra ascendería a unos cinco millones en el tercer año.