AFP/ Buenos Aires. Argentina va a mantener su política hacia Cuba pese a las crítica de Estados Unidos y reiterará su abstención ante una eventual resolución de condena al gobierno de Fidel Castro en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, anticipó el jueves el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"La Argentina ha tenido esta posición no solamente en este Gobierno sino en el anterior (Eduardo Duhalde), y la Argentina no tiene por qué revisar esta postura porque es parte de la determinación libre de cada país", sostuvo Fernández en declaraciones radiales.

Buenos Aires votó contra La Habana durante los gobiernos de Carlos Menem (1989-99), y Fernando de la Rúa (1999-2001). Duhalde siguió a sus antecesores en 2002, pero al año siguiente cambió y se abstuvo.

"Del mismo modo que Estados Unidos tiene una posición adversa, Argentina en este punto tiene la posición que tiene, que es abstenerse respecto de los cuestionamientos al gobierno de Cuba", dijo Fernández.

Funcionarios y partidos políticos del país sudamericano rechazaron en los últimos días las críticas de Roger Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, quien dijo que la política de Buenos Aires hacia La Habana preocupa y decepciona a Washington, y manifestó "desconcierto" por el "giro a la izquierda" de Argentina.

Alberto Fernández dijo que el gobierno de Néstor Kirchner considera que la relación con Estados Unidos es "importante y debe ser fructífera", pero insistió en que "no parecen buenas las declaraciones que ha hecho este señor, Noriega, y tampoco parece que tenga sentido mantenerse en esa tesitura".

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo que la relación de Argentina con Estados Unidos era "excelente" hasta el martes, cuando Noriega hizo sus declaraciones, y reconoció que la polémica ha generado un deterioro en los vínculos bilaterales.

Sin embargo, Aníbal Fernández intentó restar importancia al asunto  al señalar que los dichos de Noriega "no tienen mucha más leña para cortar".

Kirchner y el presidente estadounidense, George W. Bush, tienen previsto reunirse durante 15 minutos el martes en Monterrey, México, en el marco de una cumbre de presidentes de 34 países del continente.

En Washington, el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, dijo ayer que espera reunirse el lunes próximo con el canciller argentino, Rafael Bielsa, también en el marco de la cita mexicana, para discutir la posición de ambos países sobre Cuba, y respaldó las declaraciones de Noriega.

"Creo que Roger Noriega estaba hablando clara y directamente. Sé que eso molestó a algunos de los líderes argentinos, y espero ver a Bielsa y discutir esto con él el lunes, en Monterrey", dijo Powell en una conferencia de prensa.

"He ocupado altos cargos de seguridad nacional durante 17 años, y en todo ese periodo Cuba ha estado tratado de hacer todo lo que puede para desestabilizar a partes de la región", afirmó.

"Creo que Noriega estaba diciendo las cosas como son, y creo que nos incumbe a aquellos de nosotros en el hemisferio que estamos comprometidos con la comunidad de las democracias (…) hablar claro cuando una nación del hemisferio niega la libertad a su pueblo, y cuando la gente expresa sus opiniones termina en la cárcel", añadió.