AFP/ La Habana. El turismo cubano está muy amenazado por las nuevas medidas diseñadas por Washington, que buscan desalentar los viajes de norteamericanos y de cubanos residentes en Estados Unidos a la Isla, dijeron fuentes oficiales.

"Se pretende adicionalmente golpear ahora con toda fuerza posible al turismo que de nuevo comenzaba a crecer con ímpetu", afirmó el diario oficialista Granma en un análisis de las recientes medidas estadounidenses, estudiadas actualmente en los centros laborales por convocatoria de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), controlada por el gobierno y única organización sindical legal en la Isla.

Las medidas de Washington incluyen "un amplio esfuerzo para disuadir las visitas turísticas a Cuba" y continuar restringiendo los intercambios académicos de los norteamericanos con la Isla, según un extracto de 20 páginas difundido en La Habana.

El proyecto de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, gestado para "acelerar una transición hacia la democracia", reduce a una cada tres años las visitas que hasta ahora podían realizar anualmente los cubanos asentados en Estados Unidos, quienes tendrían autorización sólo para ver a familiares inmediatos.

La expectativa de las autoridades cubanas es recibir este año más de dos millones de turistas y estrenar más de 1.140 habitaciones, luego de que en el 2003 se alcanzara la cifra récord de 1,9 millones de veraneantes, que dejaron unos 2.000 millones de dólares, un 16% más que en el 2002.

La Habana mantiene reserva sobre el número de turistas estadounidenses que acoge la Isla anualmente, pero algunos cálculos los ubicaron en 80.000 en el 2002. De ellos, sólo la mitad contaba con los permisos que exige Washington a sus ciudadanos para viajar a Cuba.

Los norteamericanos que arriban a la Isla sin autorización del Departamento del Tesoro, lo hacen a través de un tercer destino y con temor a ser multados a su regreso a casa por violar las leyes de embargo.

Unos 140.000 cubanos con residencia en Estados Unidos viajan anualmente a su tierra natal.

La compañía local Havanatur señaló un sostenido aumento de los vuelos desde Estados Unidos, a razón de 38% anual desde 1999.

La Habana reaccionó molesta además ante la directiva de que los cubanos con residencia en Estados Unidos limiten sus gastos a 50 dólares por día —de 164 hasta ahora autorizados— en sus viajes a la Isla.

Los ejecutivos de la "industria del ocio" cubana no ocultan su sueño de llenar un día sus playas con millones de norteamericanos. Mientras, despliegan una nueva estrategia para atraer vacacionistas desde los países escandinavos y de Europa del Este, Rusia e incluso de China, desde donde en enero pasado arribó un primer grupo.