La disidencia interna cubana acogió con fuertes críticas, pero también con algunas expectativas, la decisión de los cancilleres de la Unión Europea (UE) de suspender temporalmente las sanciones diplomáticas de 2003.
La mayoría de los líderes de la oposición interna coincide en que la UE debe utilizar la normalización de las relaciones con La Habana para exigir la liberación de los presos políticos.
La UE será "cómplice" del régimen de Fidel Castro si no trabaja por la liberación de los disidentes encarcelados, consideró Oswaldo Payá, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación y Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo.
"El asunto que tiene que proponerse la UE es si esta relación con el gobierno cubano va a convertirse en un aliento al inmovilismo, o en un factor para que liberen a los presos o haya apertura", dijo Payá, según cita EFE.
"¿Vamos a reiniciar un nuevo ciclo hasta las próximas detenciones masivas? ¿Qué podemos esperar para julio del 2005 de los gobiernos europeos que han impulsado la suspensión de las medidas y que desde hace tiempo se han ido distanciando de la oposición interna?", preguntó en otras declaraciones, recogidas por la Asociación Española Cuba en Transición (AECT).
Entre las críticas más duras a la suspensión de las sanciones, Vladimiro Roca, presidente del Partido Socialdemócrata de Cuba dijo a la AECT que "supone un mal precedente para la construcción europea que prevalezcan los intereses económicos frente al interés europeo de defensa de los derechos humanos".
"Es una decisión soberana", afirmó Roca, sin embargo consideró que el intento de acercarse a Fidel Castro está destinado al fracaso. "Un diálogo con Cuba es un monólogo", dijo a la agencia AP.
"El único país con el que contamos ahora es Estados Unidos", agregó Roca.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, afirmó este lunes que mientras el trato a la oposición interna en Cuba no cambie de manera sustancial, la posibilidad de que haya un cambio en la posición de Washington es nula. |