Las autoridades de la Isla iniciaron una nueva revisión de la industria azucarera, luego de que la "reestructuración" realizada en el 2002 no lograra frenar su caída o mejorar su eficiencia, dijeron esta semana fuentes del sector y operadores internacionales, informó Reuters.

"No hay ninguna duda de que se cerrarán más ingenios", dijo una de las fuentes.

La producción de este año fue de 1,3 millones de toneladas de azúcar sin procesar, la más baja desde 1908, lo que ha obligado al país a hacer importaciones para cumplir contratos ya pactados y poder abastecer el mercado doméstico, que consume 700.000 toneladas.

En 2002, el gobierno cubano decidió cerrar la mitad de los centrales y destinó a otros usos el 60% de las tierras en las que se cultivaba caña de azúcar.

A pesar de esa importante reducción, el 33% de los ingenios que no fueron cerrados permaneció inactivo en la recién terminada zafra, y la sequía mantuvo la producción de caña de azúcar por debajo de las 30 toneladas por hectárea.

Expertos locales citados por Reuters dijeron que muchas de las plantas procesadoras de azúcar seguirán inactivas en la próxima zafra y que la producción estará por debajo de los 2 millones de toneladas, tras los 2,52 alcanzados en el 2003.

"Hay centrales que la vida ha demostrado que prácticamente en estos momentos nada tienen que hacer en la producción", dijo Juan Varela Pérez, reportero oficialista del sector en Cuba, en una información reciente transmitida por la radio.

"Han recibido las posibilidades, las oportunidades, pero las deficiencias continúan, el altísimo costo se mantiene", agregó.

Los especialistas consideran que el abandono general del sector en manos del Estado es la principal razón de su caída.

En una de sus últimas referencias a la situación de la industria, Fidel Castro dijo que "el azúcar no volverá jamás" a Cuba porque "pertenece al tiempo de la esclavitud".

Castro calificó a la industria como una fuente de "ruina". El azúcar fue el principal producto de exportación de la Isla. Ese lugar lo ocupan en la actualidad el níquel y el tabaco.

Desde que Castro llegó al poder en 1959, sólo se han construido en la Isla ocho ingenios.